Ciudad de México, 2 de marzo de 2018

TRANSCRIPCIÓN DE LAS PALABRAS DE INAUGURACIÓN DE LA DIPUTADA CECILIA ROMERO CASTILLO, DURANTE EL FORO: "ALIANZA JOVEN PARA EL DESARROLLO DE MÉXICO", EN EL SALÓN D, DE CRISTALES.

DIPUTADA CECILIA ROMERO CASTILLO (CRC): Buenas tardes a todos, muchas gracias por estar aquí.

De verdad siendo viernes, yo les decía, oigan, ¿cómo viernes? Bueno, pues viernes, muchas gracias.

Primero darles la bienvenida, agradecer muchísimo a la Alianza Joven para el Desarrollo que me hayan invitado a participar en la inauguración de su evento.

Decirles que esta es la casa del pueblo y creo  que a la mayor parte de ustedes les costó un poco de trabajo entrar, esas son las cosas que tenemos que ir cambiando, tal vez ni siquiera sea lo más importante.

Miren, yo quisiera primero felicitarlos por esta iniciativa de  --esta según escuché ya hace algunos años—de lo que han podido ir avanzando, de lo que seguramente  van a seguir avanzado y de que hayan decidido estar.

La parte fundamental de cualquier obra, de cualquier proyecto, es decir, hay que estar, estar  presentes, estar actuantes, es muy fácil criticar, eso es lo más fácil del mundo y además es gratis, al final no.

¿Es cómodo? Pues pueden estar ahí, tuiteando, chateando, eso es muy cómodo, pero estar presente, estar actuante, estar interesado es lo fundamental.

Yo quisiera un poco tomar dos ideas de manera breve como introducción y como bienvenida también a ésta que es su casa.

Lo primero es el concepto de política que debe ser, desde  mi punto de vista el que guíe  nuestras acciones.

Ustedes dicen y me parece muy bien y qué bueno que así lo hagan, política apartidista, excelente, porque la política es el arte de lo posible a partir  de lo real.

La política no es estar hablando de lo que debe ser  toda la vida, la política no es meterse a un partido político a ver su me hacen diputada, la política no es  ver cuántos likes tengo en el Twitter en donde le menté la madre a no sé qué candidato.

La política no es decir: yo no me meto en política, porque la política es ver, analizar, escudriñar, revisar lo que hay y a partir  de lo que hay ubicar lo que desde mi perspectiva es mejor para todos y caminar por ahí.

¿Qué es lo posible? No es posible que el día 2 de julio México se convierta en el país del primer mundo más desarrollado, eso no es posible aunque algunos por ahí dicen que sí.

Eso no es posible. La política es el arte de lo posible. ¿Qué es posible?

Y eso es una análisis que deben hacer jóvenes universitarios con no tan jóvenes --que también podemos participar-- aquí no es cosa de que ustedes quítense porque ahí voy, no, por eso estamos como estamos, hay que ir estando todos.

Entonces, una vez definiendo lo posible, aquello a lo que podemos aspirar mañana, pasado mañana, dentro de un año, dentro de seis, dentro de 20, ustedes tienen una expectativa de vida y desarrollo tan amplio que pueden verlo, pero paso a paso y eso posible a partir de lo real.

A ver, tenemos más de la mitad del país de pobres, tenemos un problema grave con nuestro país vecino, tenemos una economía en desarrollo, pero somos el último país en la OCDE en una serie de cuestiones, tenemos problemas graves de corrupción, de violencia, de desigualdad, eso es lo real.

Precisamente eso es hacer política, política tiene que ver con el amor por la ciudad, tiene que ver con conquistar al mundo que es básico, pero conquistar al mundo a partir de conquistar a mis compañeros de la escuela.

Conquistar al  mundo viendo qué pasa en el parque de la esquina de mi casa y porqué todo mundo llega a tirar la basura ahí.

Conquistar el mundo a partir de ir a buscar al delegado o al encargado de limpia del municipio para decirle: oye, es que la gente tira la basura en el parque porque no pasa el camión de la basura.

Conquistar al mundo tiene que ver con a ver, quién diantres va a ser el candidato a mi diputado o cuántos hay o quiénes son o dónde se mueven o qué hacen.

Conquistar el mundo tiene que ver con leer, no solamente los tuits que me mandan y reenvían sino revisar, interesarte, eso es conquistar al mundo.

Conquistar al mundo es discutir, debatir, ponerse fuertes en las discusiones y convencer o dejar que me convenzan, eso es cambiar la mundo porque luego dices: vamos a conquistar el mundo –perfecto-- y por dónde vas a empezar, por aquí y ahora. Eso es la política y después hay caminos para ejercerla.

Hay partidos políticos, pero también hay paneles, hay clases, hay redes sociales, hay comunidades, hay familia,  hay escuelas, hay organizaciones, hay alianzas. Eso es la política.

La política no somos los políticos horribles, corruptos, que robamos, rateamos, y  no sé qué, toda la vida, que tampoco es cierto, ¡eh! Aunque (…) metan muchos, pero en fin.

Esa política es la política que deben hacer los jóvenes, es la política que a mí  me da mucho gusto que ustedes hayan decidido hacer.

Y el segundo pensamiento o la segunda reflexión es esta tan llevada y traída expresión de: “yo no soy político, soy ciudadano”. A ver, discúlpenme, yo soy tanto o más ciudadana, que muchos ciudadanos que están cómodamente criticando lo que hacen los malvados políticos. ¿Ustedes de dónde creen que salimos los diputados y los senadores?, ¿venimos de Marte?, ¿no vivimos en esta ciudad?, ¿no somos hijos de unos papás igual que ustedes?, ¿o qué pasa?, ¿por qué la política está cómo está? Por muchas razones que no vamos a discutir hoy, ya si otro día quieren, con mucho gusto lo hacemos.

La política está mal porque los ciudadanos, los ciudadanos –ustedes y yo, y todos los que habitamos en la ciudad, en el  país—los ciudadanos no nos hemos interesados para decir: “oye, este señor lo está haciendo muy mal. Yo lo voy a hacer mejor”.

Cómo queremos renovar la política si ponemos una barrera y abrimos una brecha que se va convirtiendo en fractura. Decimos: “aquí estamos los ciudadanos y haya están los políticos, y esto y lo otro”. Dices, a ver, pues la política se va a renovar cuando haya más ciudadanos que vengan a enriquecer o que vengan a modificar o que vengan a cambiarle el modito de andar al ejercicio de la política partidista, de la política de gobierno, que sí debe cambiar.

Pero, ¿cómo le hacemos para cambiarlo si no hay lazos de comunicación entre los ciudadanos que están afuera y los ciudadanos que estamos adentro?, ¿cómo le hacemos?

Yo no me voy a ir a meter a sus universidades así nada más porque se me ocurra, si algún día alguno de ustedes dice que yo o cualquiera vaya al salón de clase a platicar, encantados de la vida.

Y hoy, por ejemplo, pues hubo unos de ustedes que vinieron a pedirle a una política que si les abría la puerta y se las abrió.

Si no, ¿cómo le hacemos? Son ejemplos muy tontos, pero de ahí parte este error garrafal que nos tiene como nos tiene.

Ustedes están haciendo una política apartidista excelente y maravillosa, eso no está reñido con que ustedes –algunos, algunas de ustedes o muchos o todos—pertenezcan y militen o simpaticen en algún partido político, no van a dejar de ser ciudadanos, ni van a dejar de ser universitarios, ni van a dejar de ser exigentes, es más, serán más exigentes porque van a conocer mejor lo que está pasando y dentro de tres años –espero— o seis o nueve, yo esperaría que algunos de ustedes sean diputados  “¡ay, no, yo no cómo!”, a ver, eso depende de muchas otras cosas, de vocaciones específicas y demás.

Entonces de verdad les dejo también esta idea, yo soy tan ciudadana como ustedes y algunos nos portamos más o menos bien, otra muy bien, otros muy mal ¡Claro! ¿y qué en las universidades no pasa eso?, ¿y qué en los sindicatos no pasa eso?, ¿y qué en las iglesias y en los parques y en los jardines no pasa eso también? Mal de muchos, consuelo de tontos, todos necesitamos crecer y los que tenemos más responsabilidad necesitamos dar ejemplo, pero vámonos poniendo de acuerdo.

Termino diciéndoles que de verdad me da mucho gusto que estén acá, que estoy a sus órdenes, que seguiré estando a sus órdenes todo el tiempo, que felicito, agradezco y le doy la bienvenida a este tipo de esfuerzos porque es lo que va a ayudar a que las cosas salgan adelante en este país, porque sí se puede, sí podemos hacerlo.

Y, finalmente, esto de alianza --que es el título de su esfuerzo-- es precisamente la forma de hacerlo, hacer alianza con todos, aunque no sean iguales que yo.

La alianza tiene que ver con el diálogo, con la apertura de mente, con la comprensión, tener firmes sus principios, sus valores --que era de lo que les iba a hablar ahorita, ¿verdad?, pero, bueno--.

Más bien, sus temas fundamentales, que son ciudades y comunidades sustentables, que es excelente; gobierno abierto y Estado de derecho, que nos hace mucha falta y oportunidades para el desarrollo económico ¡qué bien!

Esto hay que discutirlo con los otros, hay que tener firmes los sustentos de valor que hacen posible que estén ustedes aquí hoy, pero también estar dispuestos a construir con todos los demás lo que realmente necesitamos para que México sea mejor y para que puedan ustedes conquistar al mundo.

Muchas gracias y que les vaya muy bien.

--oo00oo--

YMJ