Ciudad de México, 26 de abril de 2022

BOLETÍN 156

• No hay hecho más patriota, que el asegurar el futuro digno y adecuado de nuestras niñas y niños. La educación y las instalaciones de primer nivel son muy importantes para el presente y futuro de nuestra infancia: Dip Sonia Rocha Acosta
• No hay un seguimiento a este programa y hay una afectación directa hacia las escuelas, sobre todo, hacia la comunidad estudiantil: Dip. Leticia Zepeda

Tras las diversas irregularidades en el Programa La Escuela es Nuestra, mencionadas en el reporte de la Auditoría Superior de la Federación en el ejercicio 2020, la diputada Sonia Rocha Acosta exhortó a la Secretaría de la Función Pública, a la Secretaría de Bienestar y a la Secretaría de Educación Pública que en conjunto realizan este programa, brinden un informe detallado sobre el funcionamiento, así como la manera en que se le dio seguimiento a la contraloría social de dicho programa y el listado de proyectos concluidos. 

En conferencia de prensa, la legisladora señaló que el 20 de octubre del 2019, el Presidente anunciaba el inicio del Programa La Escuela es Nuestra, programa que, en conjunto con la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Bienestar, se entregaría dinero directamente a los comités escolares integrados por padres de familia y maestros, donde la rendición de cuentas se hace por el mismo comité careciendo de toda asesoría técnica y, por supuesto, jurídica y solamente contando seguramente con la muy buena voluntad de ellos.

“La Auditoría Superior de la Federación dice que las reglas de operación no tienen mecanismos de seguimiento, supervisión y evaluación de las obras realizadas, así como el tiempo máximo para ejercer el beneficio y que los integrantes de los comités escolares de administración participativa denominadas, CEAP, que son como los responsables de la ejecución de los recursos, no cuentan con los conocimientos técnicos y la experiencia en materia de construcción, rehabilitación y mantenimiento de infraestructura física y educativa que aseguren la integridad física de las comunidades escolares”, indicó.

También mencionó la legisladora, que la Auditoría expuso que tampoco cuentan con acompañamiento y asesoramiento en dichas materias por parte del personal de la Secretaría de Educación Pública ni de la Secretaría de Bienestar para que coadyuven al cumplimiento de los objetivos de las metas del programa.

Detalló que en el programa a los padres de familia se les quita el 3 por ciento del recurso que les dan, este 3 por ciento, según ellos, se destina a gastos de operación del programa. “Yo nada más digo, después de que dos secretarías que tienen un presupuesto precisamente para este programa, que no son diez pesos y todavía les quitan el 3 por ciento a los padres de familia para que puedan, según para los gastos de operación, entonces las secretarías, las dos secretarías que hacen este programa no tienen el recurso para llevarlo a cabo. Y yo nada más pregunto: ¿si esto no es corrupción?”.

Asimismo, dijo, que desafortunadamente por la pandemia hubo un aumento a nivel nacional de porcentaje de población de 3 a 21 años que no asisten a una escuela o no cuentan con una educación que entre comillas es obligatoria.

Al finalizar, manifestó la importancia de fortalecer los mecanismos para que las niñas y los niños tengan una educación adecuada.

“Pues la evidencia disponible, señala que la infraestructura escolar influye positivamente en la motivación de un estudiante, en la mejora de sus prácticas de higiene y de salud e incrementa su sensación de seguridad y sus niveles de asistencia, lo que en conjunto repercute en un mejor logro académico”, agregó.

En su oportunidad, la diputada Leticia Zepeda subrayó que con ese programa de la Escuela es Nuestra, las obras están siendo inconclusas.

“Por cual motivo, exhortamos a la Secretaría de Educación y de Bienestar, para que este programa pues se le pongan reglas y, asimismo, amarrar más el recurso público para bienestar de las instituciones, en caso de que quieran seguir con él”, concluyó.

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