Ciudad de México, 5 de abril de 2022

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA PAULINA RUBIO FERNÁNDEZ,  PARA FUNDAMENTAR EL DICTAMEN QUE DECLARA EL 21 DE NOVIEMBRE DE CADA AÑO COMO EL -DÍA NACIONAL DE LA NIÑA INDÍGENA Y AFROMEXICANA-.

DIPUTADA PAULINA RUBIO FERNÁNDEZ (PRF): Con su permiso, presidenta.

Honorable asamblea.

En nombre de la Comisión de Gobernación y Población, fundamentamos el dictamen que propone declarar el 21 de noviembre de cada año, como el Día Nacional de la Niña Indígena y Afromexicana, cuyo objetivo es velar por los derechos de las niñas indígenas y afromexicanas, al tiempo de establecer una conmemoración cuyo objetivo es visibilizar y, con ello, eliminar la discriminación que sufren día a día.

Siempre hemos dicho que la condición más difícil en México, es la de ser mujer, más ser mujer indígena, y con mucho mayor riesgo, ser una mujer indígena menor de 12 años.

Por todo esto reconocemos la iniciativa presentada por mi compañera, la diputada María Teresa Rosaura Ochoa Mejía.

Estudios revelan que la etapa de la niñez, el ser humano pasa por acontecimientos significativos para el resto de su vida, además de ser el periodo en el que se estimulan y desarrollan estilos de aprendizaje y se integran a una familia que permita su sano esparcimiento y salud emocional y social.

Aunado a lo anterior, los artículos primero, tercero y cuarto de nuestra Constitución Política, velan por el interés superior de la niñez y la adolescencia relacionándolo con lo dispuesto en la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México, habitan 373 mil 479 niñas indígenas, lo cual equivale al 9.87% del total de la población indígena y, además, 265 mil 349 niñas afromexicanas, que representa el 10.3 por ciento del total de la población afromexicana.

A través de esta declaratoria, se busca que los Poderes de la Unión impulsen acciones específicas que reconozcan a las niñas indígenas y afromexicanas como prioridad para el fortalecimiento de su desarrollo integral a través de políticas y programas gubernamentales, lo que implica por supuesto entre otras cosas y sin lugar a dudas, luchar por la erradicación de los matrimonios forzados y la venta de las niñas.

Es importante que no se apruebe un decreto en vacío, por lo que al aprobarlo, nos comprometemos a realizar cada 21 de noviembre actividades culturales respecto a la conmemoración del día nacional de la niña indígena y afromexicana, expresiones artísticas que reflejen vitalidad a través de sus colores y formas diversas, realizar talleres y programas interculturales, que recuperen saberes y prácticas culturales de los pueblos de los pueblos originarios, suscribir acuerdos de colaboración interinstitucionales por las dependencias de la administración pública federal, local y municipal, en la que adquieran compromisos por impulsar acciones afirmativas que fortalezcan los derechos y garantías de las niñas en México.

Todo lo anterior con el objetivo de sensibilizar a la población sobre el tema de análisis, visibilizando el compromiso de proteger por todos los medios posibles, los derechos de las niñas indígenas y afromexicanas.

Es importante resaltar que contamos con la opinión positiva de la Comisión de Derechos de la Niña y la Adolescencia y de la Comisión de Pueblos Indígenas y Afromexicanos, desde donde se propone de manera atinada, la ampliación para la inclusión de la niñez afromexicana.

Por supuesto reconocemos la disposición del diputado presidente Alejandro Moreno, para impulsar el dictamen, que busca contribuir justamente al desarrollo del pleno y armónico de las niñas en México.

Así en la Comisión de Gobernación y Población determinamos por unanimidad, declarar el 21 de noviembre de cada año como Día Nacional de la niña indígena y afromexicana, por lo cual, compañeras y compañeros pedimos su voto y apoyo y compromiso para volverlo un día de reflexión nacional, pero sobre todo, transformarlo en acción diaria en favor de las niñas indígenas y niñas afromexicanas, en la búsqueda de la protección a su dignidad, a su libertad y, sobre todo, a su seguridad, para aquellas las más marginadas, para aquellas las más amenazadas en la vorágine social, para que ellas tengan las mejores oportunidades en un México que les pertenece y, además, un México que les debe todo, es cuánto, muchísimas gracias.