Ciudad de México, a 19 de abril de 2022
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO FRANCISCO JAVIER CASTRELLÓN GARZA, PARA REFERIRSE AL ANIVERSARIO LUCTUOSO DEL GENERAL EMILIANO ZAPATA SALAZAR.
DIPUTADO FRANCISCO JAVIER CASTRELLÓN GARZA (JCG): Buenas tardes.
Con su venia, diputada presidenta.
Señoras diputadas, señores diputados:
A lo largo de nuestra historia ha habido personas como el general Emiliano Zapata, que ha dejado huella indeleble. Su legado de lucha ha inspirado a muchas generaciones de mexicanas y mexicanos a levantar la voz, a defender sus ideales y a denunciar las injusticias.
Impulsó al movimiento revolucionario y a sus seguidores, principalmente campesinos a luchar en contra de las precarias condiciones sociales y de la desigualdad.
Zapata hizo visible la lucha de las comunidades indígenas y campesinas, por defender sus tierras y recursos naturales, lo hizo porque vivió en carne propia las consecuencias devastadoras de la política agraria de Porfirio Díaz. Conocía bien la realidad del México de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
De niño había recibido una pobre instrucción escolar y desde edad temprana empezó a trabajar como peón. Trabajó sus tierras, era parcero de una pequeña parte del terreno de una hacienda vecina y comerciaba con caballos, animales que eran su gran pasión.
Fue testigo de cómo la ambición de unos cuantos puso al país en un estado de deterioro, de explotación del pobre, del campesino, del obrero y del indígena.
El Caudillo del Sur conocía la dura realidad del México porfirista, de concentración absoluta del poder, en lo que imperaba era la pobreza. Una realidad en la que los mexicanos vivían sometidos a los caprichos e intereses personales de un solo hombre.
El general Zapata se convirtió en uno de los principales líderes de la revolución mexicana más que, por su innegable carisma, por lo honesto de su lucha, de sus intenciones y de sus creencias.
Su lema aún tiene eco al día de hoy: la Libertad y Justicia y Ley. Palabras con las que concluye el Plan de Ayala, pero que aún hoy se escuchan fuerte y claro en las calles, porque los mexicanos aún tenemos sed y hambre de libertad, de justicia y de vivir bajo el amparo del Estado de derecho.
Los campesinos siguen exigiendo justicia por los agravios que todavía se cometen en su contra, por agravios históricos que parece no querer enmendar quienes hoy ostentan el poder y que prometían solución. Prometieron más recursos para el campo, prometieron rescatarlo del abandono en el que ha estado por generaciones y hoy sigo olvidado y en peores condiciones que nunca.
Quienes decían que primero los pobres, hoy les han quedado a deber, hoy hay más pobreza y más desigualdad, peores condiciones de vida en el campo.
Las prioridades del Gobierno, queda claro, están en otros asuntos, en otros sectores, como los estadios de béisbol, el mamut del blanco del aeropuerto Felipe Ángeles o el ecocidio del Tren Maya, no en lo realmente importante, no en abanderar esa lucha a favor de los pobres. La lucha a favor de los pobres ha quedado en un discurso hueco, en un discurso vacío.
Hoy estamos regresando a esas épocas de carencia, de pobreza, de hambre y falta de oportunidades, en esas épocas donde la visión única del dictador se impone, una visión que no acepta contrapesos, que no acepta opiniones diferentes.
Este régimen no usa el legado de Zapata para defender a los pobres, sólo usa su nombre en el discurso, ah, y para anular boletas en la revocación de mandato.
Diputadas y diputados:
El Caudillo del Sur perdió la vida, se la arrebataron cobardemente en una emboscada en la Hacienda de Chinameca el 10 de abril de 1919; sin embargo, no pudieron eliminar ni inhibir el espíritu de lucha y sus ideales. Esa lucha por un México mejor para todos, pero, sobre todo, para los sectores históricamente más marginados e ignorados. Esa lucha que desafortunadamente aún no termina y que aún está inconclusa.
Zapata fue un hombre de convicciones que enaltecía los más grandes ideales revolucionarios a favor de la justicia y de la libertad.
El ejemplo que nos deja el Caudillo del Sur nos inspira a seguir luchando por ellos y por una patria más incluyente, no podemos y no claudicaremos en la lucha.
Por un México mejor, por un campo fructífero, productivo y una mejor vida para campesinos y comunidades indígenas.
A 103 años de su muerte, el legado de Emiliano Zapata sigue presente, como una luz que inspira a seguir trabajando a favor de las próximas generaciones.
Es cuanto, diputada presidenta.
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