Ciudad de México, 6 de septiembre de 2022
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA ANNIA SARAHÍ GÓMEZ CÁRDENAS, PARA REFERIRSE AL DICTAMEN QUE REFORMA LOS ARTÍCULOS 18 Y 115 DE LA LEY GENERAL DE EDUCACIÓN.
DIPUTADA ANNIA SARAHÍ GÓMEZ CÁRDENAS (ASGC): Con su permiso, Presidente.
Gracias, quiero iniciar haciendo un reconocimiento a las y los diputados integrantes de la Comisión de Educación, muy particularmente a su Presidenta, la diputada Flora Tania Cruz Santos, quien sé que tiene un gran compromiso por impulsar la educación de calidad en nuestro país.
Quiero aprovechar este espacio también para saludar desde aquí a todas y todos los maestros de nuestro país que no solo durante la pandemia sino hasta este día, siguen demostrando su vocación y su amor por sus educandos, pero que además, junto con padres de familia, junto con los propios niñas, niños y adolescentes han enfrentado este gran reto que nos ha dejado la pandemia y, que sin duda, la pandemia hasta hoy, dos años después de que inició, nos sigue obligando a hacer las cosas distinto.
Nos sigue obligando a que pensemos de manera diferente, a que rompamos paradigmas y justamente lo que hoy estamos a punto de aprobar tiene que ver con ello, que dejemos de ver a la salud mental como un tabú, que dejemos de creer que es una cuestión meramente particular y que no tendría por qué interesarnos, cuando es todo lo contrario y, sobre todo, si se trata de la salud mental de nuestras niñas, niños y adolescentes.
A partir de que se anunció en México el inicio de la jornada de sana distancia, 26 millones de niños menores de 16 años dejaron de ir a la escuela, dejaron de ver a sus amigos, dejaron de ver a sus abuelos, de jugar en los parques, para verse obligados a quedarse en casa, perdiendo su rutina académica y social y teniendo que adaptarse a una nueva normalidad que no termina por ser aceptada.
Y esto, por supuesto, nos dejó grandes aprendizajes, pero también, lamentables cifras, como la que arrojan los datos del informe Impacto de la pandemia en niñas y niños, dado a conocer el pasado 19 de agosto por la Secretaría de Gobernación, que dice que en 2020, el número de suicidios de niños y adolescentes de ambos sexos en el país, alcanzó una cifra récord de mil 150, lo que representó un incremento de 12%, respecto al 2019.
Los suicidios de niños de 10 a 14 años, detallan dicho informe, aumentaron un 37%, mientras que los de adolescentes mujeres de 15 y 19 años, aumentó un 12%.
Por eso es que hoy celebro que avancemos un poco en esta iniciativa, en esta reforma que hace a diversos artículos de la Ley General de Educación, porque todo lo que hagamos hoy por nuestras niñas, niños y adolescentes lo veremos reflejado para bien o para mal en un futuro cercano y lejano en nuestra sociedad.
Tenemos una gran responsabilidad con ellos, debemos forjarles y formarles el camino que les permita justamente identificar sus emociones, identificar lo que es bueno y malo para ellos, pero sobre todo, que puedan tener acceso a una salud, a una salud mental digna.
Por supuesto que esa iniciativa no es suficiente. Falta todavía mucho camino por recorrer al respecto.
Necesitamos que la salud mental no sea solamente un tema de presupuesto, es necesario, sí, pero tenemos que educar en ello y tenemos que ir poco a poco formando una cultura en materia de salud mental.
Falta parte de la propuesta que una servidora hizo, que es que haya una persona profesional de la salud mental, un psicólogo en cada plantel educativo, seguiremos pugnando por ello, pero hoy yo felicito a la Comisión de Educación, porque se haya avanzado en este tema, pues hoy le regresamos un poco de lo que le hemos quitado a nuestros niñas, niños y adolescentes, que es su dignidad, que es pensar en su mente, pero también en su corazón, porque todo lo que ellos han enfrentado a partir de la pandemia hasta hoy, lo veremos reflejado en la sociedad y esa sí que es una responsabilidad de todas y todos nosotros.
Es cuanto Presidente.