Ciudad de México, 21 de septiembre de 2022
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA DIANA LARA CARREÓN, PARA REFERIRSE A LOS HECHOS OCURRIDOS EL 19 DE SEPTIEMBRE.
DIPUTADA DIANA LARA CARREÓN (DLC): Con su venia, diputada Presidenta.
Compañeras y compañeros diputados:
Cada uno y cada una de nosotros lo vivimos distinto.
Cada quien tenemos una historia que contar, un recuerdo que nos estremece y nos transporta al miedo y la vulnerabilidad que sentimos ante un sismo, en el mejor de los casos, hoy lo podemos honrar en esta efeméride, pero hay cientos de mexicanas y mexicanos que no lograron llegar hasta este día, cuyas vidas y las de sus familias, están en nuestras mentes y nuestros corazones.
El 19 de septiembre es una fecha en la que México guarda luto por quienes fallecieron en diferentes años, pero en una misma tragedia.
1985 y 2017 son recordados por el dolor de cientos de familias que vieron derrumbar sus sueños tras estos lamentables sucesos.
No hay duda de que los efectos de un sismo pueden ser devastadores, tanto material y moralmente. Esto indiscutiblemente lo hemos vivido varias veces en la historia de nuestro país y 3 veces en el mismo día, durante los últimos 37 años.
Del terremoto de 1985 lo destacable hasta nuestros días es esa conciencia ciudadana de ser capaz de actuar más allá de cualquier gobierno y de auto organizarse para lograr el bien común, es un ejemplo de la fuerza que genera la unidad y la solidaridad del mexicano.
La gran lección del terremoto del 2017 en la zona metropolitana del valle de México y otros estados vulnerables, como Guerrero, Morelos y Puebla, es saber que no podemos bajar la guardia y evidenciar la urgencia de intensificar las acciones de prevención.
Los acontecimientos nos advierten que debemos invertir tiempo y recursos en el desarrollo de la sismología, a fin de que logremos comprender mejor los fenómenos sismológicos evitando la pérdida de más vidas humanas por esta causa.
El 19 de septiembre ya recordaba como la fecha donde lo poco probable sucede.
Este lunes vivimos un sismo de 7.7 en la Escala de Richter, los estados principalmente afectados fueron Colima y Michoacán.
En Colima, dos personas lamentablemente perdieron la vida y aquí quiero aprovechar para hacer una pausa y enviar mi solidaridad y mucho respeto a la familia de Rafael Canet, un entrañable amigo de mi familia. En paz descanse.
Por su parte, en el estado de Michoacán hay afectaciones en más de tres mil construcciones, incluidas escuelas y unidades médicas.
Este último sismo nos recuerda que México debe estar preparado, que los simulacros los debemos de tomar con más responsabilidad y que desde el gobierno debe existir capacidad de respuesta.
Es necesaria una revisión exhaustiva del sistema de alarma sísmica, el cual debería llegar al nivel óptimo.
Debemos reconocer que la falla de 123 alarmas, previo al sismo del 19 de septiembre, resulta preocupante, no olvidemos que su funcionamiento nos concede 50 segundos muy valiosos que pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
La tecnología avanza día con día e incorporar estos elementos en la difusión de la alarma para así tener mayor resonancia y evitar poner en riesgo vidas por fallas en una red pública es necesario.
Ante estos acontecimientos, compañeras y compañeros diputados, nos preguntamos, ¿cuál es la capacidad del Estado para responder a situaciones como ésta?, ¿con qué recursos se hará frente a esta situación, cuando a esta altura del año, se hicieran bien los cálculos en los ingresos y egresos?, ¿será complicado hacer frente a un gasto no programado?
El entramado burocrático no permite que se disponga de recursos de la noche a la mañana, sino que exige el recorrido de un proceso que limitará a la actuación expedita del Estado, en un momento en que los minutos y las horas, pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Por ello les recuerdo que una de las primeras propuestas de Acción Nacional en esta Legislatura, fue la creación del nuevo fondo de apoyo social ante desastres naturales, misma que lamentablemente no ha tenido eco en este recinto.
Hagamos nuestros las grandes lecciones que nos ha dado la naturaleza para reconocer lo mucho que tenemos que trabajar en coordinación, gobierno y sociedad.
No debemos dudar en que el camino correcto es la prevención, antes que lamentarlo.
Es cuanto diputada presidenta.