TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA WENDY MARICELA CORDERO GONZÁLEZ, CON MOTIVO DE LA EFEMÉRIDE DEL ANIVERSARIO DEL ASESINATO DEL SENADOR BELISARIO DOMÍNGUEZ.

6 de Octubre de 2022

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Ciudad de México, 6 de octubre de 2022

 

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA WENDY MARICELA CORDERO GONZÁLEZ, CON MOTIVO DE LA EFEMÉRIDE DEL ANIVERSARIO DEL ASESINATO DEL SENADOR BELISARIO DOMÍNGUEZ.

 

DIPUTADA WENDY MARICELA CORDERO GONZÁLEZ (WMCG): Con su venia.

 

Compañeras y compañeros, está Cámara de Diputados recuerda hoy el aniversario luctuoso de uno de los personajes más representativos en la historia del Congreso mexicano, Belisario Domínguez Palencia nacido en Comitán, Chiapas en 1863, médico de profesión y patriota de corazón.

 

En su estado natal atendía de forma gratuita a los más desprotegidos, solía poner de su bolsillo para que enfermos tuvieran la atención y los cuidados necesarios en una época en la que no existía más seguridad social que la caridad publica; ese fue también de cierta manera el generoso inicio de su vida política.

 

Como político preocupado por su país, se ocupaba de aconsejar a la ciudadanía sobre la necesidad de vigilar a sus gobernantes y decía: “elogiarlos cuando hagan bien, criticarlos siempre que oren mal, ser imparciales en nuestras apreciaciones y decir siempre la verdad y sostenerla con vuestra firmeza entera, nada de anónimos ni seudónimos”.

 

Retumban fuerte sus palabras en nuestros días, hoy que se alaba la obra de un solo hombre, sin reparo, con fe ciega, sin reflexión moderada, con fanatismo desbordado; Belisario Domínguez es y será recordado por la claridad de sus palabras, por su valentía, por su elocuente descripción de la realidad mexicana.

 

Su discurso del 25 de abril, su escrito del 23 de septiembre y último discurso en la tribuna senatorial del 29 de septiembre de 1913 en contra de la figura del usurpador, prendieron la flama de la acción justiciera y, con ella, su propio sacrificio. Días después, el 7 de octubre Belisario Domínguez fue sacado por la fuerza de la habitación que ocupaba en el hotel Jardín, en la calle de San Juan de Letrán y conducido al panteón de Xoco, donde sus verdugos lo torturaron y asesinaron.

 

 

 

Sus discursos siguen calando como filosas dagas en el espíritu de la República. Decía Belisario Domínguez: “Victoriano Huerta está dispuesto a derramar toda la sangre mexicana, a cubrir de cadáveres todo el territorio nacional, a convertir en una inmensa ruina toda la extensión de nuestra patria, con tal que él no abandone la presidencia, ni derrame una gota de su propia sangre”.

 

Sirvan estas palabras para hacer una reflexión profunda de la situación en que hoy se encuentra nuestro país a más de cien años de distancia. Insistía en su discurso: “La verdad es esta, durante el gobierno de Don Victoriano Huerta, no solamente no se ha hecho nada en bien de la pacificación del país, sino de la situación actual de la República es infinitamente peor que antes”, ¿les suena conocido?

 

Diputadas y diputados, Belisario Domínguez fue un crítico del poder, su forma frontal de externar su crítica lo llevaron a su propia muerte, en tiempos de represión y de intolerancia absoluta.

 

Sea pues la vida y sacrificio de Belisario Domínguez, un recordatorio del papel del Congreso frente al Ejecutivo y el abuso del poder. Que nada ni nadie someta a este poder y a sus integrantes. Que nada ni nadie amenace nunca a ningún legislador por expresar sus opiniones o por decidir en libertad de lo que crea mejor para México.

 

Es cuánto.

 

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