Ciudad de México, 25 de octubre de 2022

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA ANA LAURA SÁNCHEZ VELÁZQUEZ, CON MOTIVO DE LA CONMEMORACIÓN DEL 107 ANIVERSARIO DE LA EXPEDICIÓN DE LA LEY AGRARIA.

DIPUTADA ANA LAURA SÁNCHEZ VELÁZQUEZ (ALSV): Diputadas, diputados.

La  Ley Agraria del  26 de octubre de 1915, sirvió  como estandarte de la reivindicación campesina, durante la Revolución  Mexicana por parte del Ejército Convencionista encabezado por Emiliano  Zapata.

La situación agraria en México era de suma gravedad, durante el gobierno de Porfirio Díaz se exacerbaron diferenciadas sociales, derivadas  de forma particular por la tenencia de las tierras.

Las rebeliones agrarias iban en crecimiento, las luchas agrarias se extendieron por todo el territorio nacional, los grandes hacendados eran los propietarios y los campesinos, los explotados.

La usurpación de las tierras comunales de las aguas y de los bosques por parte de las haciendas, motivaron los levantamientos sociales encabezados por comuneros y líderes de los pueblos afectados.

El problema agrario se convirtió en bandera de constitucionalistas y convencionistas durante la Revolución Mexicana.

Para estos últimos, el Plan de Ayala significó el documento, que motivo las posteriores reformas político-sociales como la Ley Agraria que hoy es digna de este efeméride.

Eran tiempo que definiciones, tanto ideológicas como pragmáticas, para sentar las bases de un nuevo diseño institucional, basado en las demandas más sentidas de los grupos sociales que inspiraron el movimiento revolucionario, como lo fueron los campesinos y los obreros.

Esta Ley Agraria fue parte de una concepción del Estado de tipo benefactor que privilegiada a las clases más necesitadas, pero también, hay que decirlo, se trataba de una visión de Estado paternalista.

La intención de la Ley Agraria era beneficiar no solo a la base social agraria, sino también, a los sectores de los pequeños propietarios, la idea principal era el reparto de la tierra de los montes y de las aguas  a quienes años antes habían sido despojados de ellas y se reconocía  el derecho tradicional  histórico de los pueblos, rancherías  y comunidades.

Al paso de los años, vinieron otras reformas al campo mexicano como la Reforma Agraria  de Lázaro Cárdenas, que como lo hemos dicho tenía una buena intención, pero una mala ejecución.

A  años de distancia qué podemos decir del campo mexicano.

Hemos dicho en innumerables ocasiones  que el campo debe de ser el motor  de la economía  en México, pero desafortunadamente estamos muy lejos de ellos.

Muchas personas del campo no han encontrado el sustento propio de él y su familia, muchos trabajadores del campo han optado por migrar a Estados Unidos y Canadá.

El campo mexicano requiere de un nuevo impulso, no basta con políticas populistas  y  con repartir dinero si no se cuenta con las herramientas técnicas.

En Acción Nacional decimos presente para impulsar una nueva reforma integral al campo, con metodologías precisas y recursos suficientes, sin demagogia, sin  paternalismo, sin populismo común de por medio, una verdadera reforma para dignificar al campo mexicano.

Es cuanto, presidenta.  

--oo00oo--