Ciudad de México, a 25 de octubre de 2022

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA SONIA ROCHA ACOSTA, PARA PRESENTAR INICIATIVA QUE ADICIONA EL ARTÍCULO 7º DE LA LEY GENERAL DE EDUCACIÓN.

DIPUTADA SONIA ROCHA ACOSTA (SRA): Con la venia de la presidencia.

En esta ocasión, diputadas y diputados, vengo a presentar una iniciativa para reformar el artículo 7 de la Ley General de Educación y adicionarle un último párrafo en materia de prevención de violencia escolar, tema que desafortunadamente ha cobrado una relevancia muy importante en los últimos años en México.

La escuela, como ustedes saben, es una parte de la vida de los niños, niñas y adolescentes, en donde pasan un gran tiempo de su vida en estas instituciones, y ahí pueden tener algún tipo de agresión. Por eso, a través de esta iniciativa se propone que el Estado, en particular las instituciones encargadas de la educación en nuestro país garanticen el efectivo cumplimiento del derecho a una vida libre de violencia, mediante la implementación de programas y campañas permanentes de difusión, acompañadas de acciones que promuevan el respeto a los Derechos Humanos, que fomenten la cultura de la inclusión, de la paz y la no violencia en cualquiera de sus manifestaciones.

Fíjense, en México, la violencia en las escuelas es cada vez más grave y se encuentra en ascenso, por lo que se ha convertido en un tema de interés nacional.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos considera que el acoso o bullying escolar es todo acto u omisión por el qué se agrede física, psicoemocional, social, sexualmente a una niña, niño y adolescente, y se realiza principalmente en un espacio de institución escolar pública o privada. Son diferentes formas de violación, en las que perciben diferentes grados, en las distintas poblaciones de la comunidad educativa, por ejemplo, las y los estudiantes en zonas discriminadas o que sufren de otros procesos de exclusión, como son los inmigrantes, indígenas, estudiantes en situación de trabajo infantil, los que presenten alguna dificultad física, de aprendizaje o incluso emocional, y aquellas que pertenecen a hogares de menor nivel socioeconómico reciben mayores niveles de agresión verbal, física, psicológica o social.

El bullying o la violencia escolar coloca a las personas que la padecen en una situación de vulnerabilidad respecto a quienes generan estas agresiones, lo cual impide que se defiendan por sí mismos.

Cabe puntualizar que nuestras niñas, niños y adolescentes, que han sufrido acoso escolar, presentan un bajo rendimiento educativo, presentan o pueden presentar depresión, ansiedad, falta de apetito, estrés, tienden a mentir para no asistir a la escuela y, por supuesto, todo esto puede llevar algún tipo de consumo de drogas.

Según la OCDE, México ocupa el primer lugar de bullying en un contexto nacional. Afirman que el 50% de nuestras niñas, niños y adolescentes en alguna etapa de su nivel educativo han sufrido un 50% de algún tipo de violencia, de acoso o bullying escolar. El 40.24% dijo haber sufrido maltratos, el 25% insultos y amenazas, el 17% golpes y el 44.7% violencia verbal, psicológica o física. Porcentajes que, sin duda, son muy alarmantes.

En México, hay que aclarar, hemos avanzado, y hay que reconocer en nuestra Carta Magna que el Estado velará por el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena los derechos de los menores.

De igual manera hay un avance significativo y fue publicado en diciembre del 2014, que es esta nueva Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. No obstante, también, cabe decir que hay acciones de prevención pendientes que podemos implementar.

En conclusión, la violencia en las escuelas tiene un grave impacto en el cumplimiento de los derechos fundamentales de nuestras niñas, niños y adolescentes, pues en lo inmediato genera un bajo rendimiento académico, llegando incluso a limitar de forma grave el desarrollo pleno, en casos graves se observa deserción escolar e incluso suicidios.

Por lo tanto, legisladoras y legisladores, con esta iniciativa se pretende que el Estado garantice acciones preventivas y de planeación, a fin de disminuir dicho fenómeno que afecta los diferentes niveles educativos.

Que hoy sea por nuestras niñas, niñas y adolescentes, muchas gracias,

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