Ciudad de México, 10 de noviembre de 2022

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO SALVADOR ALCÁNTAR ORTEGA, PARA PRESENTAR SU RESERVA AL DICTAMEN CON PROYECTO DE PRESUPUESTO DE EGRESOS DE LA FEDERACIÓN PARA EL EJERCICIO FISCAL DE 2023.

DIPUTADO SALVADOR ALCÁNTAR ORTEGA: Buenos días, compañeros diputados.

Con el permiso, señora Presidenta.

Por el bien de México, primero los pobres. Esa fue una de las principales consignas que durante 18 años de campaña se utilizaron para gritar a los cuatro vientos que se iba a dar atención prioritaria a la gente más pobre y vulnerable de este país.

La decepción ha sido mayúscula y los resultados están a la vista de todos.

El presupuesto de cada año se concentra en programas clientelares y en obras que no han beneficiado nada a la población.

La producción de alimentos representa un pilar de desarrollo para nuestro país y me pregunto entonces, ¿por qué el campo mexicano se encuentra en olvido?

También me pregunto, ¿qué campo quiere AMLO para México? ¿Un campo devastado o un campo de béisbol?

En este tema, el campo no ha sido un tema menor. Este sector que ha sido olvidado por el largo de los años por el Estado mexicano y con el que ustedes, teniendo una deuda histórica, hoy se encuentran en total abandono, gracias a las actuales políticas del Presidente transformador.

Desde la llegada de esta administración hasta nuestros días, ya hay 29 programas de apoyo al campo eliminados, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo y Desarrollo Rural, ha tenido disminuciones presupuestales en su programa Función Agropecuaria, Silvicultura, Pesca y Caza, en el 2019, pasó de tener 45 mil millones de pesos a 36 mil millones en el 21. Esto representa una disminución del 15% en términos reales.

El programa de atención a la población urbana y rural en pobreza extrema, el presupuesto de 2019 al 2021, fue literalmente el mismo, durante 3 años el recurso destinado fue de mil 200 millones de pesos, situación grave al no contemplar la inflación y el crecimiento poblacional para este año.

La asignación presupone actúa bajo la misma lógica, reducciones a programas importantes de apoyo al campo, tal es el deterioro del campo en nuestro país que según datos del Coneval, para el año 2022, la línea de ingresos en el sector rural aumentó 9.7 respecto al 19 y la canasta alimentaria en las mismas zonas rurales, también tuvo un incremento de esos años por el 13.9% en términos reales, registrando los aumentos de precios más significativos de precios del maíz, con un aumento del 44%, y el trigo un 22% respectivamente, ¿dónde queda la soberanía alimentaria?

Este panorama tan desalentador que se ha venido dando a lo largo de las décadas en el sector del campo, ha generado una migración masiva de personas que abandonan su hogar para irse a vivir en las grandes ciudades, generando el en su periferia grandes condiciones de pobreza e inseguridad, dejando en sus lugares de origen adultos mayores y mujeres con hijos pequeños que con el paso del tiempo se convierten en piezas fáciles de la delincuencia organizada, provocando una descomposición social.

Ante esta alarmante situación, es vital aumentar el flujo de capital hacia la producción agropecuaria y a la organización eficiente de la producción con bajo impacto ambiental, generar políticas públicas en donde se donde participen todos los agricultores, fomentar e impulsar los mercados locales y regionales, para aumentar las ventajas de los precios competitivos de los productos básicos, para reactivar economías locales, para promover y la agroindustria familiar, la inversión pública, infraestructura y en desarrollo científico y tecnológico.

Esto ayudará sin duda a aumentar la producción e incrementar las ganancias, todo en beneficio del productor y del consumidor.

Lamentablemente, como hemos visto, las prioridades de esta administración ya no fueron apoyar a los más pobres, como lo prometieron durante su larga campaña.

La prioridad del círculo más cercano al Presidente fue llegar a enriquecerse con presupuestos de todos los mexicanos, porque ya nos dimos cuenta que sí hay dinero para tener una oficina presidencial, sí hay dinero para el béisbol, pero eliminan 29 programas en atención al campo por falta de recursos, sí hay presupuesto para divulgar lista negra de periodistas con recursos públicos, pero no hay recursos para la atención de la población rural en condiciones de pobreza extrema.

Sí hay presupuesto para remodelar en plena pandemia y con una fuerte crisis económica, un estadio de béisbol, con un monto de 89 millones de pesos, pero no hay recursos para programas que benefician a pequeños productores.

Sí hay dinero para rifas absurdas, pero el campo sigue en completo abandono, por eso presento estas reservas en beneficio de los que menos tienen.

Gracias por su atención.

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