Ciudad de México, 13 de octubre de 2021
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA NOEMÍ BERENICE LUNA AYALA, DURANTE LA COMPARECENCIA DEL TITULAR DE LA SECRETARÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA, MAESTRO ROBERTO SALCEDO AQUINO ANTE LAS COMISIONES UNIDAS DE TRANSPARENCIA Y ANTICORRUPCIÓN, Y DE VIGILANCIA DE LA AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN.
DIPUTADA NOEMÍ BERENICE LUNA AYALA (NBLA): Con su venia, diputados presidentes.
Maestro Roberto Salcedo Aquino, sea usted bienvenido a esta Cámara de Diputados.
El ejercicio de rendición de cuentas que estamos llevando a cabo en esta ocasión, contribuye a fortalecer las acciones realizadas en la dependencia que ahora tiene usted a su cargo.
Como estudioso de las ciencias políticas y la administración pública que es, usted sabe que el andamiaje democrático es pieza fundamental lo que sucede en la Función Pública, la vigilia constante de que los servidores públicos se apeguen a la legalidad durante su encargo, la sanción para quiénes así no lo hicieran, el promover el cumplimiento de los procesos de control y fiscalización del Gobierno Federal y demás tareas que le competen a la secretaría que usted representa.
Señor Secretario, usted en alguna ocasión expresó que tenía una losa muy pesada sobre su espalda, y es así, la tiene y mucho más cuando en gran medida el bono de legitimidad con que llegó el actual Presidente de la República, se debió a que usó la bandera de la lucha contra la corrupción, aun cuando lo ha hecho de manera falaz. Falaz porque este gobierno más que combatir la corrupción se ha esforzado en simular que así lo hace y para eso cuenta lo que aquí nos ha venido a rendir como informes.
Lo que sucede es percepción y no realidad, pues es de todos conocidos los diversos escándalos que dan clara muestra de la falta de vigilancia, son muchos los casos de funcionarios públicos que se han visto involucrados en casos de corrupción en el pasado y en el presente, y que pareciera que quedan absueltos simplemente porque se cobijan en el manto protector de la Cuarta Transformación.
El Gobierno Federal ha reiterado en numerosas ocasiones su prioridad de construir una nueva ética pública, que recupere la confianza de la ciudadanía y está basada en los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficacia; pero para cumplir este objetivo, sin lugar a dudas, la secretaría de la Función Pública es pieza clave y es difícil creer que se pretende edificar con cimientos y con ladrillos de los que ustedes mismos se quejaban.
De ahí que resulta extremadamente cuestionable nombramientos como el de Gerardo Felipe Laveaga, quién durante su gestión como Comisionado del entonces Instituto Federal de Acceso a la Información, fue acusado de votar en contra de transparentar la masacre de San Fernando y las condonaciones Fiscales al Servicio del SAT, como el de Vicente Agustín Mercado Zúñiga y un largo etcétera de personajes ligados al pasado del que tanto se quejan en el gobierno actual, al cual usted pertenece.
Y es que señor Secretario, como ya lo decía George Orwellen, en la década de los 40 en aquella famosa sátira, todo régimen autoritario sigue el mismo camino y se va dando una transformación de quiénes lucharon por un ideal para convertirse en lo mismo por lo cual lucharon y estamos a tiempo de detenerlo.
Y eso sucede cuando hay un poder que sí tiene límites, que sí tiene controles y justo para que eso no suceda y para que sí haya límites y controles, usted carga con esa losa. Y si su trabajo es realmente apegado al marco jurídico, si realmente hay control interno, si de verdad hay rendición de cuentas, sabremos reconocerlo y con el respeto de la división de Poderes, también sabremos coadyuvar con ustedes.
El combate a la impunidad del que pretende darse cuenta en el Informe de Gobierno presentado por el Presidente de la República, queda limitado a desarrollar acciones de defensoría de oficio, lo cual claramente resulta insuficiente para la debida sanción de los servidores públicos.
En ese tema, una de las organizaciones internacionales más importantes que sirve de referencia en el combate a la corrupción, como lo es Transparencia Internacional, ha recomendado que la Fiscalía General de la República y las instituciones de impartición de justicia, deben concentrarse en dar resultados concretos, como lo es a través de sentencia reales y sentencias a las redes de corrupción, situación en la cual, la Secretaría de la Función Pública, a través de los órganos internos de control, tiene un papel fundamental tanto para la investigación de primera base de los asuntos, como en formular la denuncia correspondiente.
Lo anterior ayudará a que nuestro país ocupa un mejor lugar en el índice de percepción de corrupción, en el que, en el año 2000, con 31 puntos de 100, ocupó el lugar 124 de 180 países evaluados y que aún continúa siendo el país con la calificación más baja de los países que integran la OCDE, de ahí la importancia de que su trabajo sea con eficacia, eficiencia y con pulcritud.
Es cuánto señores Presidentes.
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