Ciudad de México, 13 de diciembre de 2022
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA CAROLINA BEAUREGARD MARTÍNEZ, PARA REFERIRSE A LA INSCRIPCIÓN CON LETRAS DE ORO EN EL MURO DE HONOR DEL SALÓN DE SESIONES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS LOS NOMBRES DE -FELIPE DE JESÚS ÁNGELES RAMÍREZ- Y -GILBERTO BOSQUES SALDÍVAR-.
DIPUTADA CAROLINA BEAUREGARD MARTÍNEZ: Señoras y señores:
Distinguidos invitados, sean todos ustedes bienvenidos a esta Cámara de Diputados.
Diputadas y diputados:
Estamos hoy reunidos en esta Sesión Solemne para rendir un sincero y muy merecido homenaje a un mexicano ilustre.
Un mexicano que con su actuar y su ejemplo reflejó lo mejor de México como es su fraternidad y solidaridad.
Un poblano que dejó el nombre de México en alto, en uno de los capítulos más oscuros y difíciles de la historia de la humanidad.
Hoy develamos en el muro de honor de este recinto en letras de oro, el nombre de Gilberto Bosques Saldívar.
Gilberto Bosques, orgullosamente poblano, nació en Chiautla de Tapia el 20 de julio de 1892.
Después del triunfo de la Revolución mexicana, inició su carrera como político, llegando a ocupar el cargo de diputado y de Presidente del Congreso de la Unión.
Además de político, fue periodista, profesor y diplomático mexicano.
El Presidente Lázaro Cárdenas vio en él al hombre indicado para representar dignamente a México en el extranjero, cuando el mundo estaba al borde de una guerra mundial.
Además de Cónsul General en París, el Presidente Cárdenas le confió la importante y delicada misión de ser su enviado especial en Europa.
La labor diplomática Don Gilberto Bosques se dio durante uno de los capítulos más oscuros y más devastadores de la historia de la humanidad, la Segunda Guerra Mundial.
Fue testigo de este momento histórico y comprendió el papel que México debía jugar y de qué lado de la historia debíamos estar.
De París a Bayona y de ahí a Marsella, además de su primera ocupación de defender a los mexicanos residentes en Francia, también procuro por otros grupos afectados por este y otros conflictos.
Españoles, judíos, austriacos, libaneses, antifascistas, anti nazistas, las puertas de México se abrieron para recibirlos y, de desearlo, adoptar la nacionalidad mexicana.
México extendió su mano amiga a quien lo necesitaba, fomentando y reafirmando su tradición diplomática de asilo y refugio.
Al mismo tiempo que veía por refugiados, don Gilberto tuvo que lidiar con las autoridades francesas y japonesas afines al régimen nazi, al Gobierno de Franco y a la Gestapo.
Fue un hombre valiente, dispuesto a morir por las causas justas.
A su regreso a México, miles de personas a las que ayudó le recibieron en la estación de Buenavista para mostrar su agradecimiento.
Gilberto bosques continuó con su labor diplomática, representando dignamente a México como embajador en Portugal, Finlandia, Suecia y Cuba.
Falleció el 4 de julio de 1995 en la Ciudad de México y décadas después, su nombre y su espíritu, siguen inspirando a generaciones de mexicanos.
Es recordado dentro y fuera de México con el paseo Gilberto Bosques, en la ciudad de Viena, en Austria, con su nombre en los muros del Congreso del estado de Puebla, el documental Visa El Paraíso de Lilian Liberman y en el Centro de Estudios Internacionales del Senado de la República que lleva su nombre.
Amigas y amigos:
La trayectoria y vida don Gilberto Bosques ocupan un merecido lugar en nuestra historia.
Fue un hombre íntegro, decidido a hacer lo correcto, que se enfrentó y luchó en contra de las injusticias y el odio que divide naciones.
Un hombre que ayudó y salvó de la persecución a miles de personas y quien es claro ejemplo de lo mejor que somos o que podemos ser los mexicanos.
El nombre de Gilberto Bosques es sinónimo de solidaridad, de oposición a dictaduras y autoritarismo.
En Acción Nacional queremos rendirle un homenaje a este mexicano ejemplar que puso el nombre de México en alto y que ayudó desinteresadamente a miles de personas que lo necesitaban.
Por su trayectoria, entrega, dedicación y heroísmo, consideramos que Gilberto Bosques ocupa un lugar importante en la historia de México, hoy nos llena de orgullo y felicidad que su nombre se una al de otros mexicanos y mexicanas ilustres que aportaron a la construcción del México que somos hoy y que dejaron una huella indeleble en las páginas de nuestra historia.
Celebramos que esta soberanía coincidió con este sentir y aprobada que el nombre de Gilberto Bosques Saldívar se inscribiera en letras de oro en el muro de honor de esta Cámara de Diputados.
Hacemos votos para que su nombre y espíritu nos inspiren en nuestra labor legislativa y que su ejemplo nos ayude a recordar el lugar que ocupa México en el mundo, su impacto y su responsabilidad internacional.
Es cuanto, Presidente.