Ciudad de México, 14 de octubre de 2021
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO MARCO HUMBERTO AGUILAR CORONADO, DURANTE LA EFEMÉRIDE CON MOTIVO DE LOS ANIVERSARIOS DEL TRIUNFO EN LAS ELECCIONES DE FRANCISCO I. MADERO Y DEL ASESINATO DE BELISARIO DOMÍNGUEZ PALENCIA.
DIPUTADO MARCO HUMBERTO AGUILAR CORONADO (MHAC): Con el permiso de la Presidenta.
Señoras y señores diputados:
Si hablamos de la Revolución maderista, señalemos que la gran obra de Don Francisco, se inspiró en la lucha por la democracia, más que en el movimiento armado.
Madero quería acabar con el poder absoluto de Porfirio Díaz, había ciertamente un reconocimiento básico a las políticas de desarrollo impulsados por Porfirio Díaz, pero era mayor el rechazo y la condena a la concentración excesiva del poder y a la represión sistemática en contra de los disidentes.
En la óptica de Madero, el gobierno de Porfirio Díaz era de apariencias, había un aparente respeto a la Constitución, pero en la práctica eran constantes sus violaciones desde el poder.
Había una aparente adopción de las formas republicanas, pero en realidad, el poder se concentraba en un solo hombre.
Por eso las condiciones políticas y sociales del país desviaron sus motivaciones, su encarcelamiento fue la chispa que encendió los ánimos revolucionarios y el Plan de San Luis, su plataforma de acción.
Esta efeméride nos convoca a refrendar nuestra unidad indeclinable como nación para mantener viva y siempre vigente la paz y la armonía entre los mexicanos, atrás debieron quedar el uso de las armas para alcanzar y retomar el gran delegado maderista, la democracia.
México, ha optado por abrazar los principios democráticos y no la violencia que lastima a la sociedad.
En México del Siglo XXI, debe significarse por la búsqueda incansable de la paz y la tranquilidad de todos. Ojalá empecemos hablar más de evoluciones y menos de revoluciones.
De la evolución de las ideas, de la educación, de la innovación, de la transparencia gubernamental, de la eficiencia y la evolución de la patria.
Porque las revoluciones dividen, las evoluciones congregan.
Por otra parte también recordamos el ruin asesinato del senador Belisario Domínguez, pero sobre todo, los que somos parlamentarios celebramos el valor, la dignidad y el compromiso con la libertad y la democracia que nos legaron los hechos de octubre de 1913.
Para el Poder Legislativo Mexicano, conmemorar a Belisario Domínguez es cada año un motivo de orgullo y de júbilo, en el contexto de esta celebración anual, el Senado de la República otorga la medalla que lleva su nombre y que reciben mexicanas y mexicanos de gran valía, gracias a un ejercicio de construcción de acuerdos que generalmente alcanzan el consenso de todas las fuerzas políticas que actuamos en el Congreso.
A lo largo del tiempo hemos visto ser condecoradas mentes y trayectorias de todos los aspectos ideológicos con el reconocimiento, el respeto y el afecto correspondiente.
De todos los legados, Belisario Domínguez, la naturalización de la diversidad de nuestro suelo patrio, es sin duda, el más importante para nuestro futuro.
Basta un ejemplo para apreciar la evolución de México hacia el México que somos hoy.
La sola lectura de nuestras constituciones nos permite observar cómo la libertad de ser distintos y de expresar nuestras diferencias, se ha consolidado de manera irreversible en el subconsciente colectivo.
El recorrido de la Constitución desde Apatzingán hasta nuestro actual texto, reconoce y protege la conformación pluricultural de la nación mexicana.
Desafortunadamente las celebraciones históricas, las fechas claves de la historia y la identidad mexicana que desde la consolidación del Estado nacional fueron motivo de unidad, hoy se están convirtiendo en motivo de disputa y diferencias que parece irreductibles, por ejemplo ahora se propone que la historia de México tenga una nueva y arbitraria fecha de nacimiento y se pretende colocar a las personas en una u otra categoría para distinguirlo realmente mexicano y lo que no lo es o entre los mexicanos buenos y los mexicanos malos.
Belisario Domínguez su vida, su trayectoria y su muerte, se erigen en un dique formidable en contra de esa visión … de México, de su historia, de su gente y de su futuro.
Hay que recordar que como político preocupado por su país, aconsejaba, “elogiarlos cuando hagan bien, criticarlos siempre que obran mal, ser imparciales, en nuestras apreciaciones, decir siempre la verdad y sostenerla con nuestra firmeza entera, nada de anónimos, ni de seudónimos”.
Retumban fuertes sus palabras hasta nuestros días, hoy que se alaba la obra de un solo hombre, con fe ciega, sin reflexión moderada, con fanatismo desbordado.
La muerte de Belisario Domínguez fue producto de una reacción colérica desde el poder ante la defensa valiente de las instituciones democráticas.
Sí, Belisario Domínguez fue un crítico de poder en tiempos de represión y de intolerancia, sea pues la vida y sacrificio de Belisario Domínguez un recordatorio sobre el papel del Congreso.
En Acción Nacional estamos listos para seguir su ejemplo, para defender la Constitución y las instituciones y un claro ejemplo de ello, es que hoy presentamos acción de inconstitucionalidad en contra de la revocación de mandato.
Muchas gracias Presidenta.
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YMJ