Ciudad de México, a 12 de abril de 2023
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA MARÍA DEL CARMEN ESCUDERO FABRE, CON MOTIVO DE LA EFEMÉRIDE DEL ANIVERSARIO LUCTUOSO DE FRANCISCO JOSÉ MÚGICA VELÁZQUEZ.
DIPUTADA MARÍA DEL CARMEN ESCUDERO FABRE (MCEF): Con su venia, presidenta
Diputadas y diputados:
La vida de un hombre tiene muchas facetas, en el caso de Francisco J. Múgica, a quién hoy recordamos, en su vida personal era alguien que gustaba de las artes, del teatro, de la poesía; pero su más grande legado, pasará siempre por su actuación pública como defensor de los derechos sociales, de la equidad y la justicia. Estas causas las llevó a Querétaro, al lugar que vio nacer nuestra Constitución Política en 1917.
Múgica, fue uno de los diputados integrantes del Congreso Constituyente que perfilo la Carta Magna, que hasta el día de hoy nos rige.
La Constitución de 1917 fue renovadora en lo liberal, quizá la más grande característica de la Constitución, fue que se integró por la vía del consenso, negociada, en la que se nota la capacidad dialogante de Carranza y sus allegados, como Rojas, Macías, Pallavicini, Lissardy a la par del talento de los identificados dentro de la izquierda como Múgica, Jara, Gavrioto, Colunga y Moscon.
No hubo imposición alguna, en las discusiones del teatro de la República no faltaron las expresiones ideológicas, dé lo que habría de ser nuestro apasionante y complicado siglo XX; esa Constitución liberal, social y nacionalista que hoy celebramos, en la que Francisco J. Múgica fue un personaje de la mayor trascendencia, permitió enfrentar guerras, armisticios, ataques externos y rebeliones internas, crisis institucionales y elecciones polémicas.
En el marco constitucional, ese que se haya en continuó y criticada adecuación, se pudo expropiar el petróleo, nacionalizar la industria eléctrica, repartir la tierra, consolidar la igualdad del varón y la mujer ante la ley, abrir el país al comercio internacional, regularizar la situación de las iglesias frente al Estado, transitar a la democracia, repensar nuestro sistema de justicia penal, redefinir nuestra estructuras de defensa y protección de los Derechos Humanos y un largo etcétera, que incluye ya más de diez décadas.
El legado de aquellos constituyentes sigue vivo y hoy tenemos una Constitución que sobrevive más allá de las coyunturas y de los intentos desproporcionados por contrariarlas, como los últimos despropósitos en materia eléctrica y electoral.
La Constitución sigue siendo nuestro pilar institucional y es nuestro deber cuidarla, mejorarla, adaptarla a los nuevos tiempos evitando regresiones, evitando reformas a modo.
La memoria de Múgica como Constituyente, nos debe inspirar a nuestro trabajo diario. Si en 1917 se lograron consensos en un país dividido por la revolución, ¿por qué no hoy? Basta con la voluntad de todos, de quienes defendemos la República, de quienes defendemos las instituciones democráticas contenidas en nuestra ley fundamental.
Es cuánto, diputada presidenta.
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