TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO JOSÉ ELÍAS LIXA ABIMERHI, DURANTE EL HOMENAJE LUCTUOSO DEL EXPRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS, PORFIRIO ALEJANDRO MUÑOZ LEDO Y LAZO DE LA VEGA.

10 de Julio de 2023

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Ciudad de México, 10 de julio de 2023

 

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO JOSÉ ELÍAS LIXA ABIMERHI, DURANTE EL HOMENAJE LUCTUOSO DEL EXPRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS, PORFIRIO ALEJANDRO MUÑOZ LEDO Y LAZO DE LA VEGA.

 

DIPUTADO JOSÉ ELÍAS LIXA ABIMERHI (JELA): El Congreso mexicano rinde homenaje y despide con honores y gran distinción a un hombre de Estado, a un imprescindible de la democracia mexicana, Don Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la vega.

 

Legisladores del Congreso de la Unión:

 

Mexicanas y mexicanos:

 

Con profundo pesar, en nombre del Grupo Parlamentario del PAN, a su distinguida familia, a sus amistades y a sus colaboradores, expresamos nuestras más sentidas condolencias y nuestro abrazo fraterno y solidario.

 

La vida pública de México ha perdido a uno de sus más prolíficos y notorios actores.

 

Con el lamentable pérdida de Porfirio Muñoz Ledo, un asiento protagónico en la vida nacional no volverá a ser ocupado.

 

Una voz que … frente a la el autoritarismo, estará ausente y un lugar central en el debate público quedará vacío.

 

Su intelecto y pasión inquebrantable por las causas democráticas, lo llevaron a convertirse en un claro referente de la historia moderna de nuestro país.

 

Muñoz Ledo, con su visión y convicción, trabajó incansablemente para establecer las bases de la transición histórica hacia un México auténticamente democrático.

 

Su participación fue una manifestación del espíritu de la época y una respuesta a las demandas de un pueblo cansado de caudillos y autócratas.

 

En la historia de la política mexicana, Porfirio permanecerá con una figura de referencia. Un astuto orador y el poseedor de un prodigioso ingenio político, pocas veces igualado.

 

Sus palabras implacables y su mente aguda, hicieron tambalear las rancias estructuras del partido hegemónico, cuando la democracia en México no era más que un anhelo lejano de la ciudadanía.

 

Fue ejemplo de una oposición robusta y enérgica a los regímenes oficialistas, que hacían del poder político su monopolio exclusivo.

 

Su vocación de demócrata tuvo una visibilidad indiscutible desde el 88, en que después de abandonar las filas del partido hegemónico y buscar la definición de una fuerza opositora que fuera muestra de la capacidad de la ciudadanía para organizarse frente al poder y que 3 décadas después refiriera como la necesidad de instaurar en el país un orden demócrata y no de una República  autoritaria.

 

Sería el 1 de septiembre de 1997, en que por primera vez, un Presidente de la República escucharía en voz viva el mensaje de un opositor, el Presidente del Congreso de la Unión en turno, Porfirio Muñoz Ledo.

 

Así se dirigió el Presidente Zedillo en la antesala de la transición hacia la democracia y sentenció: “A partir de hoy y esperamos que para siempre, en México, ningún poder quedará subordinado a otro y todos serán garantes de los derechos ciudadanos, de la fortaleza de las instituciones y de la integridad y soberanía del país”.

 

Muñoz Ledo sería como un legislador entero, dispuesto a enfrentar cualquier batalla por la defensa de sus convicciones. Entendía que la legislación no era un juego de palabras vacías para perseguir oportunidades políticas, sino una herramienta poderosa para transformar la realidad social de un país.

 

Sus intervenciones eran siempre ejemplos de análisis profundo y razonamiento sólido, enriqueciendo a los debates y contribuyendo al fortalecimiento de la definición que exige pluralidad.

 

Era un virtuoso de la diplomacia parlamentaria, una guía en las discusiones, en el legislativo hacia los rumbos del entendimiento y la construcción colectiva.

 

La capacidad de Porfirio para dialogar con respeto y escuchar diversas voces, era como un imán que atraía a todos los actores políticos a participar.

 

Sabía que la democracia florece en la diversidad de opiniones y que el cambio se construye solo en la intersección de ideas y perspectivas.

 

Con él pudimos atestiguar que el sentido del humor es un recurso ingenioso para aliviar tensiones y fomentar un ambiente de colaboración en el parlamentario.

 

Porfirio sabía que la risa, más que la confrontación, puede ser puente hacia el entendimiento mutuo, … para construir consensos, su compromiso con las causas de la democracia y su capacidad para escuchar diversas voces, son los atributos de un verdadero republicano que merecen ser reconocidos.

 

Honrar su memoria solo puede significar inspirarnos en su ejemplo y hacer honor a los resultados de su lucha por un México de instituciones y de ciudadanía y recordar que hoy más que nunca debemos redoblar esfuerzos y nuestro compromiso con un México democrático, en donde la voz de todas y todos, sea la que determine el rumbo de nuestra casa común.

 

En sus últimas disertaciones parlamentarias, desde esta tribuna, Porfirio sentenciaba que la honorabilidad con la que se nombra el poder legislativo, debía ser defendida y residía en el respeto a la dignidad de las personas y a las instituciones.

 

Hoy nos reunimos en torno a un hombre honorable, a un legislador digno, a uno de los más relevantes y trascendentes parlamentarios de la historia del Congreso Mexicano.

 

Político de mente lúcida, férreo defensor de la separación de poderes, persistente y perseverante en su lucha por la transición democrática.

 

Parlamentario de avanzada, interlocutor insaciable, ciudadano distinguido, mexicano completo, exponente de que el buen diálogo es el que agota las discrepancias, antes de agotar a sus interlocutores; hombre libre y probado por las circunstancias de su tiempo.

 

Habla en este momento quizás, uno de sus amigos más tardíos, y aunque el momento en el que fuimos llamado a la vida no lo permitió de otra manera, fue suficiente para coincidir, encontrarnos y reconocernos en la plática y en la reflexión, en el debate intenso y en las anécdotas, celebro la oportunidad y el regalo de la vida.

 

En lo personal, serán inolvidables las pláticas desbordantes de anécdotas y de conclusiones siempre atinadas, que no tengo duda, eran su mejor forma de disfrazar lecciones y en algunos casos hasta consejos.

 

Estamos aquí en la casa del Congreso Mexicano para dejar constancia de que hemos sido afortunados de ser testigos del paso de Porfirio por estos rincones que por siempre atesorarán el eco de su talante democrático y su compromiso con las instituciones mexicanas.

 

Hoy México no reclama la perfección, sino la constancia y la congruencia, la honorabilidad y la dignidad, mujeres y hombres que hagan del servicio público herramienta eficaz de las mejores causas humanas y de definición honesta de lo que es mejor para todas y para todos.

 

Por la pluma de Miguel de Cervantes, se inmortalizó que las grandes hazañas para los grandes hombres están guardadas.

 

Hoy nos despedimos del gran Porfirio Muñoz Ledo, dueño de una vida para ser contada.

 

Hoy nos despedimos hasta el próximo encuentro, que no tengo duda, será también un próximo debate.

 

En esta casa, vivirá para siempre.

 

Descanse en paz.

 

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