TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA ROSA MARÍA GONZÁLEZ AZCÁRRAGA, PARA REFERIRSE AL QUINTO INFORME DE GOBIERNO DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EN MATERIA DE POLÍTICA EXTERIOR.

27 de Septiembre de 2023

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Ciudad de México, a 27 de septiembre de 2023

 

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA ROSA MARÍA GONZÁLEZ AZCÁRRAGA, PARA REFERIRSE AL QUINTO INFORME DE GOBIERNO DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EN MATERIA DE POLÍTICA EXTERIOR.

 

DIPUTADA ROSA MARÍA GONZÁLEZ AZCÁRRAGA (RMGA): Con su venia, diputada presidenta.

 

Cuando hablamos de política exterior no se puede dejar fuera el tema migración. Sin embargo, la realidad y los datos son otros, cinco años de promesas no cumplidas, cinco años de discursos huecos y alabanzas falsas hacia la comunidad migrante. Y, por qué no, hasta una mención en el Grito de Independencia. Y la realidad es que todo sigue igual y cada vez peor.

 

Ante la promesa de que mejorarían las condiciones de vida de las personas migrantes, de tal forma que sólo dejaría el país quien quisiese, la realidad son los desplazamientos forzados por violencia en todo el país y migración hacia Estados Unidos por la falta de oportunidades. En lugar de garantizarse el mismo goce de derecho a todas las personas, independientemente de nacionalidad y estatus migratorio, como marca la Constitución, florece el tráfico de migrantes y, con ello, azotes como la trata de personas.

 

Pareciera que nos hemos acostumbrado a noticias como dejar a los migrantes a su suerte, al borde de la muerte, en condiciones de hacinamiento, expuestos a temperaturas extremas, sufriendo extorsiones, secuestros, robos y violaciones. Casos como el secuestro de migrantes en San Luis Potosí o el abandono de cientos de personas en camiones y tráileres en Veracruz. Y hasta la tragedia del incendio del 27 de marzo en la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, que cobró la vida de 40 migrantes, parecieran convertirse como anécdotas cotidianas.

 

Y qué ha hecho el gobierno. Pues además de pintar murales en las estaciones migratorias y cerrar 33 estancias provisionales del Instituto Nacional de Migración, nada. Brillan por su ausencia estrategias concretas. Y esto es muy sencillo de entender. En el Instituto Nacional de Migración hay una crisis interna que no les permite atender la problemática externa. Un director, Francisco Garduño, perseguido por la justicia, que se dedica fundamentalmente a dos cosas: a defenderse del grave problema jurídico que enfrenta por la tragedia del albergue y, cuando no está ocupado en su defensa, se dedica a comprar chocolates Rocío.

 

Quizá esto se escuche como broma, pero sirve para explicar la realidad, muy lamentable, por cierto, y exhibe en forma muy cruda la nula capacidad de enfrentar y resolver la mayor crisis migratoria que ha enfrentado el país en toda su historia. De esas dimensiones es lo que está sucediendo.

 

Y esta falta de estrategia también se observa en nuestra frontera con Estados Unidos, donde la crisis se ha ido agravando, haciendo acuerdos que el gobierno federal pactó en lo oscurito para recibir a 30 mil migrantes al mes. Ante el crecimiento de los grupos migratorios en ambos lados de las fronteras, los gobiernos locales han visto sus capacidades rebasadas, mientras reciben poco o nulo apoyo de la federación. Si no fuera por las organizaciones de la sociedad civil y organizaciones religiosas, los migrantes tendrían mayores dificultades para subsistir y salir adelante.

 

La situación tampoco es fácil para los mexicanos residentes en el extranjero, especialmente para quienes tienen un estatus irregular. No solo les han puesto trabas a su capacidad para contribuir a sus comunidades, eliminando los fondos de coinversión entre federación, estado y clubes migrantes, como era el programa 3 x 1, también les hacen la vida de cuadritos en las embajadas.

 

Pareciera que solo los tienen presentes cuando se necesitan votos o para presumir las remesas que envían. Ah, pero eso sí, utilizan presupuesto de México para plantar arbolitos en Centroamérica.

 

México será cada vez más un punto nodal para la migración, sea de tránsito hacia Estados Unidos, de destino, o bien, de refugio. ¿Qué se ha hecho para prever? Absolutamente nada, se ha negado año con año un incremento presupuestal de 50 millones de pesos para la Comisión Mexicana para Ayuda al Refugiado, sobreviviendo esta dependencia fundamentalmente del financiamiento de ACNUR.

 

El éxodo a Estados Unidos y el retorno de población requieren mayor planeación y estrategias de defensa. Urge una coordinación más estrecha, tanto regional como interna y, sobre todo, una genuina política migratoria humanista.

 

La migración en México debería ser una prioridad en materia de política exterior. La desatención ha llevado a crisis humanitarias y económicas en nuestro territorio. A cinco años de gobierno podemos decir que la prometida política humanista nunca llegó.

 

Cinco años de nada, de promesas no cumplidas, de políticas crueles que afortunadamente están por terminar, porque en 24 ya se van.

 

Es cuanto, diputada presidenta..

 

 

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