Ciudad de México, a 08 de noviembre de 2023
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA BERENICE LUNA AYALA, PARA PRESENTAR SUS RESERVAS AL DICTAMEN CON PROYECTO DE PRESUPUESTO DE EGRESOS DE LA FEDERACIÓN PARA EL EJERCICIO FISCAL 2024
DIPUTADA BERENICE LUNA AYALA (BLA).- Gracias.
Si el debate del presupuesto hoy torna alrededor de Acapulco es porque no puede ser de otra forma. El catastrófico Otis nos ha dejado una lamentable lección. El gobierno de México no está preparado para enfrentar desastres naturales. No supo actuar en la prevención, no implementó los protocolos adecuados y no dio respuesta oportuna a los daños causados por el huracán.
Por increíble que nos parezca, 21 horas, 21 horas antes de que el huracán tocara tierra en Guerrero el gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador ya sabía que la tormenta tropical se intensificaría con el pasar de las horas, porque así lo anunció el Centro de Huracanes de Miami. Y a pesar de saberlo no dio aviso a la población ni implementó los protocolos oficiales y necesarios para proteger la vida y el patrimonio de alrededor de 1 millón de personas. Eso, eso es negligencia criminal. Eso, eso no se puede llamar humanismo; al contrario, eso es inhumano.
Y el resultado de la ineficiencia mostrada por el presidente de la República, hasta ahora ha contabilizado al menos 48 decesos, 270 familias que perdieron sus viviendas, la falta de servicios básicos como agua y luz, la escasez de alimentos y la rapiña de los pocos negocios que aún tenían mercancía. Pero aun así les pregunto: cómo se atreven a venir aquí a decirles a los damnificados que se actuó oportunamente.
Cómo les van a explicar a las mamás que no saben si sus hijos van a poder comer mañana, que ustedes tienen que aprobar un presupuesto sin modificarlo, y aparte aprobarlo rapidito, antes de que salgan las encuestas y hagan berrinches internos si sus corcholatas no salen elegidas por el dedito mágico del presidente. Pero ¿qué más podríamos esperar de un gobierno federal que no respeta la división de poderes? Que, al contrario, la atropella y trata a sus diputadas y diputados como simples empleados y los pone a dar la cara de algo que no se puede dar la cara.
¿Qué podemos esperar de un presidente que decide ir a la zona en tragedia vía terrestre, a sabiendas de que las carreteras estaban destruidas, solo para montar un espectáculo? ¿Qué podemos esperar de diputadas y diputados que hoy le dieron la espalda a Acapulco? Eso no lo van a poder explicar, porque hay algo más terco que los dichos del presidente y esa es la realidad que se vive día a día en México y que va a cambiar a pesar de ustedes. Es cuanto, presidenta.
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