Ciudad de México, a 29 noviembre de 2023
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO SERGIO ENRRIQUE CHALÉ CAUICH, PARA REFERIRSE A LA EFEMÉRIDE CON MOTIVO DEL PLAN DE AYALA.
DIPUTADO SERGIO ENRRIQUE CHALÉ CAUICH (SECC): Buenos días a todos
Con la venia de la presidencia
El Plan de Ayala sin duda fue la guía de acción del movimiento zapatista durante la Revolución Mexicana.
La primera etapa de la rebelión, encabezada por Madero no fue vista con buenos ojos por quienes creían en un movimiento en el que se pudieran reivindicar los derechos, especialmente de propiedad, de quienes habían sido sobajados durante el porfiriato.
De hecho, el Plan de Ayala daba razón del rompimiento del zapatismo con la rebelión maderista y el desconocimiento de Madero como jefe de Revolución.
El Plan de Ayala se convirtió en la bandera que brindaba legitimidad a una nueva insurrección que tenía como causa principal la propiedad agraria y la dignificación campesina.
Contenía una defensa de las comunidades agrarias como núcleos sociales legítimos, con tradiciones culturales, costumbres y políticas históricamente arraigadas.
El Plan de Ayala jugó un papel de suma importancia en la definición, organización, unificación, difusión del zapatismo a nivel regional y nacional.
En resumen, el Plan de Ayala fue un instrumento de la mayor importancia en la definición de la insurrección zapatista; fue, sin duda, el alma del movimiento que representó las causas sociales más importantes de la Revolución Mexicana.
Hoy, lamentablemente, vemos que el campo está olvidado por un gobierno que de dientes para afuera dice defender los derechos de los campesinos, un gobierno que dice que primero los pobres, pero en realidad se trata de primero sus cuates.
El campo mexicano está en crisis, asaltado por la delincuencia organizada; los campesinos acechados, atemorizados, esclavizados por los grupos criminales.
El campo mexicano sufre mientras los que se dicen defensores del agrarismo se rindan ante quien vive en un palacio, lejos de los problemas del campo, tras los muros de su soberbia y de sus propias incongruencias.
El campo necesita mayor inversión y seguridad, no estar a merced de los delincuentes que quieren hasta imponer los precios de los productos.
El campo necesita de políticas públicas que le den viabilidad y competitividad; en otras palabras, se necesita de más presupuesto para el campo.
De nada sirven esos discursos huecos reivindicando los movimientos históricos, si en la actualidad no hay programas efectivos para que el campo crezca, tanto económicamente, pero, sobre todo, con dignidad.
En 2024 vamos por un campo fuerte, competitivo, sólido, con dignidad para las familias que han sido afectadas por las incapacidades de este gobierno.
En 2024 vamos a cambiar el rumbo de México.
Es cuanto, gracias.
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