Ciudad de México, a 20 de marzo de 2024
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA MARÍA ELENA GONZÁLEZ RIVERA, PARA REFERIRSE A LA EFEMÉRIDE CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN RACIAL.
DIPUTADA MARÍA ELENA GONZÁLEZ RIVERA (MEGR): Con el permiso de la presidencia.
Compañeras Diputadas, compañeros Diputados:
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, es un día que nos llama a la reflexión y a la acción.
La discriminación es uno de los peores males que sufre la humanidad.
La discriminación racial, es un fantasma que ha perseguido a la humanidad durante siglos, y dolorosamente sigue siendo una realidad para demasiadas personas no solo en nuestro país sino en todo el mundo.
A pesar de los avances que hemos logrado, la sombra de la intolerancia y el prejuicio todavía oscurecen los corazones y las mentes de algunos. Ha sido causa de conflictos, guerras, muertes y devastación.
Es un mal que acaba con la paz y tranquilidad de las comunidades e impide su desarrollo.
Desafortunadamente, la discriminación sigue existiendo y en algunos casos, hasta ha cobrado fuerza. Ya sea entre personas de una comunidad o incluso desde un gobierno, desde un gobernante, hacia un sector de la sociedad.
Al día de hoy, vemos la aprobación de leyes como aquella ley de Texas, la ley SB 4, considerada por muchos como una política anti inmigrante y discriminatoria.
Leyes como esa, nos muestran la necesidad de hacer más para combatir la discriminación racial.
Nos hacen darnos cuenta de que se necesita redoblar esfuerzos, en todos los niveles, para acabar con este terrible mal.
En ese sentido, en México estamos viviendo un momento delicado, en el que debemos hacer más para combatir el odio, los prejuicios y la intolerancia.
También vemos que entre nuestras comunidades han aumentado el rechazo, la intolerancia y la discriminación; Si bien, tenemos leyes, instituciones y tenemos una mayor conciencia, aún falta mucho por hacer para combatir la discriminación en todas sus formas.
Pero hoy, nos paramos juntos, unidos en la diversidad, para decir ¡Basta!. Basta de juzgar a un ser humano por el color de su piel, su origen o su cultura. Basta de silenciar las voces y los sueños de aquellos que han sido marginados. Hoy, afirmamos que la riqueza de nuestra humanidad reside en nuestra diversidad.
Recordemos las palabras de Nelson Mandela, quien dijo: "Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión. La gente debe aprender a odiar, y si pueden aprender a odiar, se les puede enseñar a amar, porque el amor llega más naturalmente al corazón humano que su opuesto". Hoy, más que nunca, esas palabras resuenan con un llamado a la acción.
Estamos aquí para derribar muros y construir puentes. Estamos aquí para compartir nuestras historias, escuchar las de los demás y encontrar en ellas la humanidad común que todos compartimos.
Cada uno de nosotros tiene una historia, una lucha y un sueño. Cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia. Ya sea en nuestras casas, en nuestras escuelas, en nuestros lugares de trabajo o en nuestras comunidades, cada acción cuenta. Cada palabra de apoyo, cada gesto de solidaridad, cada acto de amor y comprensión se suman a la marea del cambio.
Así que hoy, los insto a todos a tomar una postura.
Comprometámonos a ser aliados en la lucha contra la discriminación. Eduquémonos a nosotros mismos y a los demás.
No permanezcamos en silencio ante la injusticia. Celebremos nuestras diferencias y encontremos fuerza en nuestra unidad.
Porque Unidos, podemos construir un mundo donde todos seamos libres de vivir con dignidad, respeto e igualdad. Un mundo donde la discriminación racial sea solo un oscuro capítulo de nuestro pasado colectivo.
Se debe generar una verdadera empatía y conciencia; que podamos ver en el otro a una persona, con derechos, como nosotros.
Que reconozcamos las diferencias y las respetemos, que reconozcamos a la persona como es.
Compañeras y compañeros:
Efemérides como esta nos invitan a la reflexión.
En Acción Nacional, estamos convencidos de que la fuerza de nuestra nación radica en la unidad de nuestro pueblo. Creemos fervientemente en la igualdad, en la justicia y en la fraternidad entre todos los ciudadanos, sin distinción alguna.
Por su atención, muchas gracias.
Es cuanto, Presidenta.
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