Ciudad de México, a 18 de noviembre de 2021
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO IVÁN ARTURO RODRÍGUEZ RIVERA PARA REFERIRSE AL ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA, DE LA PROMULGACIÓN DEL PLAN DE SAN LUIS Y LUCTUOSO DE RICARDO FLORES MAGÓN, DURANTE SESIÓN ORDINARIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS.
DIPUTADO IVÁN ARTURO RODRÍGUEZ RIVERA (IARR): Con su venia, presidenta.
Compañeras diputadas, compañeros diputados.
En los anales de la historia de México, varios momentos, personajes y documentos resaltan por su aportación a la lucha por un país libre y democrático. Uno de ellos es, sin duda, el Plan de San Luis, documento con el que podemos ubicar el inicio de nuestra Revolución Mexicana, fechado el 05 de octubre de 1910 y elaborado por Francisco I. Madero.
Este manifiesto desconocía el gobierno del general Porfirio Díaz y los resultados de una elección a todas luces ilegítima.
A través del Plan de San Luis, Madero convocaba a la población a levantarse en contra de un gobierno represor y antidemocrático, y exigía elecciones libres y democráticas.
El Plan de San Luis reflejó el hartazgo de una población que por más de 30 años había sido gobernada por un solo hombre, el abuso del poder era la regla, la excepción era la democracia y las elecciones libres.
Esa concentración de poder en una sola persona llevó al país a la pobreza, a la ignorancia y a la división. Este mensaje es tan relevante entonces como lo es el día de hoy, el poder no puede concentrarse en una sola persona, quien gobierna debe hacerlo para todos, no sólo para sus simpatizantes, mucho menos, con miras a la imposición de un sistema de partido hegemónico, como fueron los tiempos de una dictadura perfecta. Quién gobierna debe ver las necesidades de un país, no los caprichos y objetivos personales.
El Plan de San Luis tiene una gran relevancia aún en nuestros días, derivado de su máxima “sufragio efectivo, no reelección”. Bajo ese grito de batalla, cientos de mexicanos atendieron el llamado que los convocaba a derrocar un mal gobierno y a luchar por un México más justo.
La Revolución Mexicana fue producto de años de opresión y concentración de la riqueza, producto de años de una profunda desigualdad de carencias para la mayoría de la población y pocas o nulas oportunidades para la gran mayoría de los mexicanos.
Quienes ostentaban el poder se negaban a reconocer la realidad que vivían los mexicanos y sus familias. Se negaban a ver el hambre, el desempleo, la falta de salud y de educación.
La dictadura de Díaz, se reflejaba en la ausencia de poderes autónomos que sirvieran de contrapeso a las decisiones del Titular del Ejecutivo, ante ello el ideal Maderista era el cambio por vías de las instituciones y por la vía pacífica.
Entre los historiadores aún se cuestiona el origen del cambio de visión y de perspectiva, ¿en qué momento Madero pasó de ser un político a un rebelde armado?, ¿cuáles fueron los motivos que lo llevaron a las armas? Eso sigue siendo en estos días un enigma.
Pero más allá de las dudas que envuelven la figura de Madero, el 20 de noviembre de 1910, dio inicio la lucha armada, que el día de hoy conmemoramos con esta efeméride, fueron años de lucha, de conflictos intestinos que vieron miles de muertos, años de violencia y de incertidumbre.
La Revolución Mexicana corrió en distintas etapas, culminando con la redacción y promulgación de la Constitución Política de 1917, en la que se plasman los ideales revolucionarios.
Tuvo sus momentos sombríos como la decena trágica, con los cobardes asesinatos de Madero y de Pino Suárez y el posterior gobierno de Victoriano Huerta, las luchas que siguieron al gobierno de Huerta, así como los asesinatos de Zapata, Villa y Carranza, entre otros.
La revolución tuvo sus logros y; sin embargo, aún persisten problemas que desde hace más de un siglo siguen sin ser completamente solucionados, el más claro ejemplo lo tenemos en la condición de abandono en la que se encuentra el día de hoy el campo mexicano, el campo por el que se luchó, hoy no tiene ningún apoyo, se le ha dejado a su suerte y a la merced de grupos criminales.
La revolución contó con distintos liderazgos y personajes de diversos estratos sociales y distintas ideologías, es el caso de los hermanos Magón, líderes del movimiento antirreeleccionista en los inicios de la revolución.
Compañeras y compañeros, la Revolución Mexicana marca un antes y un después en la historia de nuestro país, marca el inicio de un México que incorpora la justicia social en sus leyes y que sientan las bases de un México moderno.
La revolución fue un momento doloroso en nuestra historia que, a su vez, nos dio una Constitución que sigue vigente a más de 100 años de su promulgación.
En Acción Nacional, decimos presente, para proteger nuestras instituciones, empezando por una Constitución, ante la tentación autoritaria de este actual régimen.
Sin democracia no hay justicia, solo opresión, desigualdad pobreza e ignorancia, es cuanto, diputada presidenta.
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