Ciudad de México, a 15 de diciembre de 2021
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO MARIO GERARDO RIESTRA PIÑA PARA REFERIRSE AL DICTAMEN CON PROYECTO DE DECRETO PARA INSCRIBIR EN LETRAS DE ORO EN EL MURO DE HONOR DEL SALÓN DE SESIONES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS LOS NOMBRES DE -FELIPE DE JESÚS ÁNGELES RAMÍREZ-, -GILBERTO BOSQUES SALDÍVAR- Y LA LEYENDA -LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA EN MÉXICO-.
DIPUTADO MARIO GERARDO RIESTRA PIÑA (MGRP): Con su venia, presidenta.
Hoy ponemos a consideración de esta asamblea el siguiente dictamen, a fin de darle el reconocimiento que se merece a un distinguido mexicano, a un humanista universal, a un gran hombre del que poco se conoce y, sin embargo, a nivel mundial es en muchas latitudes galardonado.
Don Gilberto Bosques Saldívar, interrumpió su formación magisterial en 1909, para participar en el movimiento revolucionario de Aquiles Serdán, como él mismo lo señala en sus memorias, desgraciadamente no pudo estar a tiempo el 18 de noviembre en la casa de los hermanos Serdán, porque fue una acción adelantada al movimiento revolucionario.
En 1913, formó parte y dirigió un sector estudiantil y magisterial, que se alzó contra Victoriano Huerta, incluso fue expulsado de la Escuela Normal por apoyar a Madero.
Un año después organizó y compartió el mando del cuerpo de voluntarios para oponerse a la invasión estadounidense al puerto de Veracruz.
Fue diputado local constituyente de 1917 en su natal estado de Puebla, defensor de la soberanía y dignidad del Poder Legislativo.
En el Diario de los Debates, su defensa en favor de la división de poderes y el apego al proceso parlamentario son memorables.
Legislador federal en dos ocasiones, respondió magistralmente al Primer Informe de Gobierno del presidente Lázaro Cárdenas.
Fue nombrado en 1939, cónsul general de México en Francia, y ahí ayudó a miles de republicanos españoles que huían del franquismo y a judíos que buscaban escapar del régimen nazi, se estima que pudo entonces haber salvado la vida de casi 30 mil personas que huían del fascismo.
Una vez que México rompe relaciones con el Gobierno de Vichy, Gilberto Bosques Saldívar y su esposa, son hechos prisioneros por el Gobierno nazi de Adolfo Hitler y trasladados a Bad Godesberg, desde Alemania para ser recluidos.
Es tal el reconocimiento mundial de Gilberto Bosques, que desde 2003, una calle lleva su nombre en Viena y una escuela pública en Berlín adoptó también el nombre del diplomático mexicano.
Desde 2011, se crea el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques Saldívar en el Senado de la República y en 2013 las embajadas de Francia y Alemania en México, establecen el premio en Derechos Humanos, “Gilberto Bosques”.
Celebró, además, el reconocimiento que por consenso esta figura ha despertado en esta asamblea. El propio presidente de la República lo ha reconocido también en su más reciente libro como un prestigiado miembro del servicio exterior mexicano, parte de uno de los capítulos de mayor trascendencia de nuestra diplomacia y en quien este Gobierno se inspiró para realizar la acción de solidaridad y asilo del expresidente Evo Morales.
Reconocer a Gilberto Bosques Saldívar, es reconocer la importancia del diálogo. Don Gilberto Bosques, supo poner el humanismo siempre por delante y hacer de la diplomacia un verdadero arte para encontrar coincidencias. Nunca claudicó en la lucha de sus ideas, aunque ello lo pusiera en peligro o lo llevará a la cárcel. Además de diplomático y parlamentario, la educación pública fue una de sus grandes pasiones y preocupaciones.
En 1934, durante la reforma al artículo tercero constitucional, insistió en que el Estado es el único capacitado para ejercer la función social educativa.
Por todo lo anterior, conminó a todos los integrantes de este Poder Legislativo a que hagamos causa común para reconocer a este ilustre mexicano y poblano, y se le otorga el honor que merece estando en el Muro de Honor de esta soberanía.
Es cuanto, presidenta.
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