Ciudad de México, a 17 de febrero del 2022
TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO JUSTINO EUGENIO ARRIAGA ROJAS, PARA PRESENTAR INICIATIVA QUE REFORMA Y ADICIONA DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, DE LA LEY ORGÁNICA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN Y DEL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, EN MATERIA DE PROTECCIÓN A PERIODISTAS Y PERSONAS EN EL EJERCICIO DEL DERECHO A LA INFORMACIÓN Y A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DE IMPRENTA, DURANTE SESIÓN ORDINARIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS.
DIPUTADO JUSTINO EUGENIO ARRIAGA ROJAS (JEAR): Muchísimas gracias, diputado presidente.
Celebro que tengamos en este momento un diputado presidente en esta Mesa Directiva serio e imparcial.
Quiero comenzar y ojalá que esta ausencia de los diputados y las diputadas de Morena sea un augurio de la nueva conformación de la Cámara de Diputados en el año 2024, esos son los representantes de Morena.
Compañeras, compañeros diputados:
Lo que estamos viviendo en México solo puede definirse como una tragedia para la prensa, para las y los periodistas, para el derecho de la libertad de expresión, para la democracia y para todos quienes habitamos en este país. Nuestra solidaridad con todas y con todos ustedes, compañeros reporteros.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado en sentencias como la del caso Vélez Restrepo contra Colombia, que “el ejercicio periodístico sólo puede efectuarse libremente cuando a las personas que lo realizan no son víctimas de amenazas ni de agresiones físicas, psicologicas o morales u otros actos de hostigamiento”.
Los actos de violencia física o moral contra periodistas o contra personas que trabajan en medios de comunicación lesionan en lo más profundo de su ser al régimen democrático, pues inhiben la difusión de ideas, de opiniones, de información y, además, atentan contra los derechos de los ciudadanos y las sociedades en general a buscar y recibir información e ideas de cualquier tipo.
Una sociedad sin información es una sociedad que no tiene herramientas para discernir si lo que sucede en su entorno le afecta y tampoco puede crearse un juicio crítico sobre la actuación de su gobierno. Ejemplo de esto tenemos en Venezuela, en Corea del Norte, en Cuba y en Nicaragua.
Una sociedad sin información y sin prensa libre es una sociedad que vive bajo la represión más absoluta y más brutal, porque así es como los regímenes tiránicos pretenden controlar a la población: matando las ideas, aniquilando el pensamiento, erradicando la crítica.
No hay autoritarismo sin control y silenciamiento de la prensa, sin violencia contra las y los comunicadores y sin muertes de periodistas.
Pero se equivocan quienes pretenden acallar la realidad. A la verdad no se le mata y mucho menos se le lastima asesinando o silenciando al mensajero. La verdad siempre estará ahí y tarde o temprano saldrá a la luz.
Desafortunadamente en México, lo que estamos viviendo es una emergencia de grandes proporciones. México es uno de los países más mortíferos para el periodismo; desde inicio del siglo se contabiliza 132 periodistas asesinados por su labor informativa en nuestro país. En 2019 y 2020, México y Siria tuvieron 10 periodistas asesinados cada uno, lo que los convirtió en los lugares del planeta más riesgosos para ejercer el periodismo.
Esto coloca a nuestro país como una región mucho más peligrosa que Afganistán, que tuvo cinco periodistas asesinados; que Pakistan, que tuvo cuatro, que Somalia, que tuvo tres. Todos esos países están pasando por guerras civiles y conflictos armados generalizados, pero, aun así, no presentaron mayor riesgo que México para el periodismo. En México, en este Gobierno de Morena, se está aniquilando a periodistas de manera impune y atroz.
Solo en este año 2022 hemos sufrido el asesinato de seis periodistas, lo que convierte a estas seis semanas en las más mortíferas para la prensa en más de una década.
Pero a pesar de estos homicidios, el Presidente López Obrador no cesa en sus ataques contra los periodistas que revelan información incómoda sobre el fracaso de su gobierno, los negocios de sus hijos y sus casas en Houston.
Así sea Carlos Loret de Mola, o Carmen Aristegui o todas y todos los periodistas que son atacados desde el púlpito presidencial en la muy lamentable sección “Quién es quién en las mentiras”, toda la prensa libre está bajo fuego del Presidente y la polarización crece sin parar.
El presidente desde su tribunal de la verdad no quiere ver que sus palabras fomentan esta polarización y, que, a partir de ella, solo hay un paso para llegar a la violencia contra las y los periodistas. Este ataque constante, más la ingobernabilidad que existe en amplias zonas del país, en las que el crimen organizado tiene el control, han sido el caldo de cultivo para que estos 39 meses de administración federal sean la etapa más violenta en la historia moderna del país para la prensa.
Artículo 19, capítulo México, ha informado que en este Gobierno han sido asesinados 30 periodistas, Gobernación dice que son 52 y en lugar de ponerse a trabajar siguen atacándolos todos los días.
Les comparto, amigas y amigos, que el día de ayer, las y los diputados federales del PAN, encabezados por nuestro coordinador, Jorge Romero, acudimos a las instalaciones de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para entregar una carta firmada por todo nosotros, con el objetivo de hacer pública nuestra preocupación por la grave situación en la que se encuentran los medios de comunicación en México ante este gobierno autoritario.
El mundo debe saber lo que está pasando, que están destruyendo nuestra democracia y nuestras libertades como nación; por eso, desde el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional decimos ya basta y proponemos una miscelanea penal que federalice diversos delitos contra los periodistas, que los proteja, que garantice su secreto periodístico, y que proteja a sus fuentes, que sancione con agravantes a los servidores públicos que cometan estos delitos, así sea el propio Presidente de la República.
No es tiempo de definiciones, como dijo el martes un diputado del PT, es tiempo de unidad nacional, los mexicanos estamos cansados, estamos hartos de la polarización que el Presidente y sus corifeos siguen fomentando.
Reiteramos que la verdad no se le mata y mucho menos se le lastima asesinando o silenciando al mensajero, la verdad siempre estará ahí y tarde o temprano saldrá a la luz.
Le solicitó, presidente, un minuto de silencio por los periodistas asesinados en nuestro país en estos últimos años y reiteramos nuestra solidaridad, les decimos que no están solos.
Es cuanto, diputado presidente.
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