SALA DE PRENSA

DIPUTADAS Y DIPUTADOS FEDERALES DEL PAN

3 de Diciembre de 2024

INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA PAULINA RUBIO FERNÁNDEZ, PARA FIJAR EL POSICIONAMIENTO DE SU GRUPO PARLAMENTARIO EN EL DICTAMEN QUE ADICIONA DIVERSAS DISPOSICIONES A LOS ARTÍCULOS 4° Y 5° DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE PROTECCIÓN A LA SALUD.

Ciudad de México, a 03 de diciembre de 2024

 

INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA PAULINA RUBIO FERNÁNDEZ, PARA FIJAR EL POSICIONAMIENTO DE SU GRUPO PARLAMENTARIO EN EL DICTAMEN QUE ADICIONA DIVERSAS DISPOSICIONES A LOS ARTÍCULOS 4° Y 5° DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE PROTECCIÓN A LA SALUD.

 

DIPUTADA PAULINA RUBIO FERNÁNDEZ (PRF): Con su venia, Presidente.

 

¡Ojalá Presidenta, ojalá esto fuera Breaking Bad! Verdaderamente ojalá que nuestro país fuera una serie de “plataforma digital” en donde pudiéramos cambiar el capítulo, o adelantarle a lo peor de la historia; pero, por desgracia, esto no es así.

 

Vivimos en un México de una realidad que pareciera ficción: pero ¿sabe qué, Presidenta? ¡no es ficción! Vivimos en un México en el que el narcotráfico inundó nuestra vida, secuestró nuestra paz y acabó con nuestra tranquilidad.

 

Y de botón, ahí tenemos a Sinaloa, ahí tenemos a Culiacán ¡agazapados, temerosos los “culichis” escondidos de los ataques del narcotráfico!

 

¡Vuelos cancelados para llegar a Culiacán por el estado de inseguridad, 18 mil millones de pesos en pérdidas económicas 25 mil empleos perdidos! ¡No Presidenta, no es Breaking Bad! ¡Es muchísimo, pero muchísimo peor!

 

Por eso es impensable que –hoy- el PAN pueda votar en contra de algo que ustedes venden como la “solución del problema”, porque queremos decírselos claro:  Nosotros queremos que esto pare porque México está podrido.

 

En este México conflictuado, en este México inseguro, en este México en el que se ha perdido la paz ¡también viven nuestras familias! ¡también viven mis padres y también viven mis hijos!

 

¡Sí Presidenta, también nosotros queremos que esta devastación criminal del país, termine! Porque en seguridad -compañeras y compañeros- no hay distingos ¿eh? no hay “fifis y chairos”, no hay “Claudistas” y “amlistas”, no hay “morenistas y panistas” ¡la inseguridad nos alcanza a todos!

 

En este país vivimos todas y todos y, por tanto, las consecuencias -compañeras y compañeros- las pagamos todas y todos.

 

Pero también tenemos que hablar con la verdad, esa que ustedes no dicen y que maquillan, y que a través de frases hechas y mucha retórica que repiten como mantra, ocultan.

 

La realidad es que, enunciar en la Constitución la prohibición de la producción y distribución de fentanilo ¡por desgracia no va a solucionar el problema!

 

Es más -mexicanas y mexicanos- ¡ni siquiera nos asegura que el Gobierno federal vaya a cumplir con su trabajo!

 

Ustedes han demostrado una y otra vez que lo que dice la Constitución no les importa, así que ponerlo ahí es solo simular que enfrentan el problema.

 

Es igual de inútil, por ejemplo, que su estrategia de asegurar mercancía china en un edificio de Izazaga pensando que con eso “están combatiendo” el contrabando que, por cierto, diputados ¡ustedes, ustedes le entregaron las aduanas al Ejército! ¡¿cómo es que entra mercancía china sin pagar impuestos a este país sin que el Ejército lo sepa?!

 

O –inclusive- ¡sin que el Ejército los detenga! ¡Ustedes prometieron que la corrupción en las aduanas se iba a acabar militarizándolas y no cumplieron!

 

¿O qué tal si hablamos de otro fracaso, amigas y amigos? Estrategia: Prisión preventiva oficiosa en la Constitución por “huachicoleo” Resultado: 33 por ciento del combustible que se consume en el país, es producto del huachicoleo. Inclusive, 5 mil 800 tomas clandestinas en 2020, y en 2024 hay 7 mil 300.

 

¡La estrategia fue un fracaso!

 

¿O qué tal la estrategia de “garantizar la salud en la Constitución”? Otra reforma constitucional de ustedes. El resultado: Lonas en los hospitales anunciando que “las cirugías se cancelan” por falta de insumos y falta de recursos en los hospitales.

 

El resultado es devastador, por eso combatir el fentanilo desde la Constitución, no es más que una simulación, no es más que darle una aspirina genérica a alguien que tiene cáncer.

 

¡Y peor aún! sin reconocer que ese cáncer ya llegó al tuétano, ya llegó a nuestros jóvenes, y ya no nada más a esos jóvenes desempleados, a esos jóvenes sin oportunidades ¡llegó a esos jóvenes que estudian en las universidades! ¡llegó a esos jóvenes que –hoy- el narcotráfico quiere asegurar que participen con ellos elaborando precursores químicos para desarrollar fentanilo! ¡Ese fentanilo que ha matado a más de 100 mil estadounidenses en tan solo 1 año y que, hoy, pone en riesgo a nuestras familias!

 

¡Y sí por el tráfico! Pero -compañeras y compañeros- ¡también por el consumo! porque para proteger a nuestras familias, no solo hace falta el “¡detente!” que su expresidente tanto pregonó.

 

Para proteger a nuestras familias, hace falta una política pública que -por supuesto- tenga como cometido la prevención de adicciones y la reconstrucción del tejido social.

 

Pero ¿qué creen? esa es una de las cosas a la que más dinero le ha quitado Morena, así que México no está blindado contra una crisis, también, por consumo de fentanilo.

 

Es decir, prohibir la fabricación desde la Constitución, por desgracia, no resuelve en absoluto ni la producción, ni el tráfico, ni el consumo de fentanilo. Tampoco resuelve el trágico problema de seguridad de nuestro país, ni la gran corrupción que impera en las aduanas por el contrabando de sustancias.

 

Pero aquí tienen el voto del PAN ¡porque la situación en el país es insostenible!

 

Esta sustancia ha dañado no solo nuestra integridad como mexicanos y nuestra seguridad, ha dañado también nuestras relaciones comerciales poniendo en riesgo el TMEC y, con ello, el 80 por ciento de las exportaciones que se realizan al mundo, y los empleos de millones de personas.

 

Así que, sí, el fentanilo sí es un enemigo en común; pero tenemos una Presidenta que está más preocupada por tener la razón, que por encontrar la solución.

 

Y ante esto -compañeras y compañeros- tenemos que ser muy, pero muy claros: El fentanilo no lo produce la Constitución, lo produce su corrupción.

 

Es cuanto, Presidente.

 

 

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